La apuesta por la nube está pasando por uno de los mejores momentos. Sin embargo, muchas consideran que los costes de la nube siguen siendo demasiado altos y conseguir una gestión más eficiente se ha convertido en su principal reto.
Más del 80% de las empresas ven la gestión de gastos el principal reto que deben abordar con la nube. Esta es una de las principales conclusiones que se extrae del informe ‘2022 State of the Cloud’ de Flexera.
Y es que, tal y como destaca el director sénior de estrategia de mercado cloud de Flexera, Brian Adler, la nube “hace que sea ridículamente fácil gastar dinero”. Se trata de un problema derivado de las TI en la sombra (Shadow IT), pero en la nube. Esto implica que, si las empresas no tienen control sobre las soluciones y el hardware que tienen en su entorno TI, no van a saber lo que están pagando por y van a gastar en la nube más de lo que realmente necesitan.
No obstante, las empresas con un enfoque más maduro de la nube han aprendido a controlar sus gastos, implementando estrategias como medida de protección y utilizando herramientas para la optimización de costes.
Pero, a pesar de que hay un amplio abanico de mejores prácticas en la nube, algunas empresas están trasladando datos y aplicaciones locales a la nube de forma poco rentable. Esto también es consecuencia, como destaca el director ejecutivo de la firma de desarrollo de cloud compunting, Cloud EQ, Sean Baker, de no poner barreras de seguridad a los desarrolladores.
“Es fácil para los desarrolladores aumentar los gastos innecesarios, razón por la que las nubes necesitan medidas de seguridad en los controles de acceso, seguridad y presupuesto.”
Todo esto pone de manifiesto la necesidad de que las empresas establezcan un control para esos desarrolladores que acostumbran a acumular recursos.
Ante este gasto innecesario, todos los proveedores cloud cuentan con descuentos y herramientas de optimización gratuitas integradas, aunque no todos las usan.
De acuerdo con el informe de Flexera, solo el 36% de los usuarios de AWS (Amazon Web Services) aprovecha las instancias reservadas, y el 31% usa planes de ahorro, unas cifras que han bajado del 52% y el 44% respecto al pasado año, respectivamente.
Asimismo, el informe apunta las oportunidades de ahorro existentes. Las empresas también pueden utilizar las herramientas gratuitas de gestión de costes que vienen con la nube. Estas pueden ser especialmente efectivas para las empresas que trabajan con un solo proveedor de nube.
Hay que tener en cuenta que todos los proveedores llevan algo gratis en el nivel básico y solo al ir añadiendo más capacidades es cuando se empieza a pagar por ellas.
Las empresas deben adoptar herramientas de gestión de costes junto con innovación
Estas capacidades van desde complementos de bajo coste que brindan una vista única de cómo una organización está usando múltiples nubes, hasta servicios más costosos que reescriben por completo el uso de la nube de una empresa.
Una opción por la que pueden apostar las organizaciones es reducir sus ambiciones de la nube para controlar el gasto, pero esto puede conllevar costes a largo plazo. Las empresas que vuelven a los sistemas locales corren el riesgo de perderse las innovaciones habilitadas para la nube.
Como sostiene Baker, cuesta menos innovar que malgastar el dinero. Pero, en lugar de gastar dinero en nombre de la creatividad, las empresas pueden adoptar herramientas de gestión de costes junto con la innovación.
Es importante que las organizaciones piensen en la nube como un ahorro, pero no per se, hay que tener en cuenta de que proporciona un acceso ilimitado a capacidades que de otro modo no podría obtener.
Imagen inicial | Dallas Reedy