El 75% de las organizaciones prevé incrementar su inversión en el ‘edge’ a lo largo de los próximos dos años en una media del 37%.
Cada vez más organizaciones ponen en marcha su viaje hacia el ‘edge’, ya que buscan conectarse con los clientes de nuevas formas además de mejorar su eficiencia operativa y adoptar tecnologías digitales para respaldar la innovación.
Esto está llevando a que prácticamente tres cuartas partes de las organizaciones planeen incrementar su gasto en el ‘edge’ en los dos próximos años. Así se desprende de la encuesta EdgeView 2022 elaborada por IDC, según la cual, la media de este incremento del gasto se situará en un 37%.
Una combinación de factores está impulsando este aumento del gasto en el ‘edge’. Los requisitos de rendimiento de las cargas de trabajo en expansión y los nuevos casos de uso que aprovechan la Inteligencia Artificial (AI) y el aprendizaje automático (ML) exigen una mayor capacidad informática en el ‘edge’.
Además, la cantidad de datos que se almacenan en ubicaciones del ‘edge’ se está expandiendo rápidamente y las organizaciones planean mantener estos datos durante más tiempo. Como resultado, la cantidad de servidores físicos que se implementan en el ‘edge’ está aumentando. La mayor parte de esta inversión prioriza la modernización de la infraestructura existente en ubicaciones ‘edge’ en lugar de construir nueva infraestructura.
Asimismo, la encuesta también apunta que las empresas que implementan ‘edge’ están muy enfocadas en la construcción de negocios escalables con inversiones que pueden contribuir rápidamente a la línea de fondo. Los objetivos principales para la implementación perimetral son el aumento de los ingresos, la mejora de los productos y servicios y la reducción de los costes.
No obstante, las implementaciones perimetrales también presentan oportunidades importantes para llenar un nicho de mercado o interrumpir un mercado existente.
Tal y como apunta Dave McCarthy, vicepresidente de investigación, servicios de infraestructura en la nube y perímetros de IDC, las empresas quieren los beneficios de un modelo operativo en la nube con la libertad de implementar en cualquier lugar.
«Esto crea enormes oportunidades para los proveedores de tecnología que pueden reducir la complejidad y mantener la coherencia en estos entornos distribuidos».
En este sentido, las implementaciones de infraestructura en el ‘edge’ están haciendo que TI regrese a un rol más estratégico e influyente dentro de la organización.
Junto a estas conclusiones, otros de los aspectos más destacados del informe también apuntan que las organizaciones clasifican la capacidad de integrar soluciones ‘edge’ con infraestructura heredada como un criterio de selección clave y lo consideran tan importante como el precio a la hora de invertir.
Sin embargo, las estrategias de gestión del ‘edge’ no están estrechamente integradas con la nube y el núcleo, lo que implica que las organizaciones pueden necesitar revisar su estrategia de gestión a medida que buscan aprovechar los recursos del núcleo, la nube y el ‘edge’ como un conjunto de recursos flexibles.
En los próximos dos años, dos terceras partes de las organizaciones cambiarán hacia recursos de nube pública
Asimismo, las organizaciones seguirán implementando y admitiendo muchas arquitecturas de computación, almacenamiento y red diferentes en el ‘edge’. Ser capaces de implementar en múltiples entornos también es un criterio de selección clave, lo que subraya el plan continuo de una organización para extender los recursos informáticos a muchos tipos diferentes de entornos, incluso en la nube y los centros de datos centrales.
Por necesidad y debido a la necesidad de aprovechar los recursos de la nube, el ‘edge’ seguirá siendo una combinación amplia de nube, colocación, ubicaciones de campo y centros de datos propiedad de la empresa. En los próximos dos años, se espera que dos terceras partes de las organizaciones cambien hacia los recursos de nube pública. Pero en general, todos los tipos de ‘edge’ aumentarán.
Respecto a la propiedad del equipo, la mayoría de los encuestados apunta que sus organizaciones prefieren conservar la propiedad de la infraestructura. Esto impulsará una mayor demanda de modelos de consumo flexibles que tengan los beneficios opex de la nube con mayor propiedad y control de la infraestructura.
Imagen inicial | David Underland