Tener una oficina en casa ya es algo relativamente cotidiano para muchos trabajadores. Y es que el teletrabajo se ha impuesto como una opción parcial o total en muchas organizaciones. Sin embargo, ahora el reto es hacer que esta fórmula laboral se convierta en una manera de mejorar la empresa y poder promover una transformación digital real. Es lo que se denomina como teletrabajo inteligente.
No es lo mismo tener la opción de trabajar en casa para realizar ciertas tareas puntuales, que contar con toda la infraestructura, aplicaciones y equipos necesarios para llevar una oficina a cualquier parte y además ofrece tecnología para mejorar los procesos. Y ahí radica la diferencia entre el clásico teletrabajo y aquel al que se dota de la inteligencia que aporta la tecnología bien aplicada.
Pero ¿Qué promueve el teletrabajo inteligente? ¿Cuáles son los beneficios que conlleva dotar a los empleados de tecnología? Te ofrecemos algunos conceptos en forma de ventajas para que lo puedas incluir en tus discursos para con los clientes.
El primer punto que cualquier empresa quiere oír en un discurso preventa.Y es que cuando se aplica correctamente la tecnología el ahorro de costes a medio plazo se suele convertir en un hecho.
Aplicar una buena estrategia de teletrabajo inteligente conlleva un ahorro de costes y tiempo tanto para el trabajador como para la compañía. Además, supone establecer una pautas de seguridad que redunda en reducir los riesgos de un ciberataque. Un recurso intangible, pero de un valor incalculable que permite dedicar medios a otras tareas que hagan crecer el negocio.
Una estrategia de teletrabajo inteligente conlleva definir un buen planteamiento para el gobierno de la información de la empresa. Analizar las diferentes fuentes de información, establecer los espacios de almacenamiento y el uso que se dará. Para evitar el «síndrome de diogénes informativo» y el posible sobrecostes de almacenamiento también es importante definir el tiempo que será necesario guardar los datos.
Con todo ello conseguimos que toda la información empresarial esté estructurada y bien analizada, evitando el «shadow IT» que tan bien les puede venir a los cibercriminales y tanto puede perjudicar a las organizaciones.
Si el gobierno de la información del que hablábamos tiene un peso fundamental como beneficio, el análisis de estos datos no es menos. Como uno de los principales activos, la información que recibe una compañía de sus teletrabajodores, debe ser analizada para sacarle el mayor partido.
Y es que la inteligencia aplicada a estos datos permite definir mejor las estrategias de llegada al mercado, saber qué productos o soluciones se demandan y, en definitiva, establecer patrones que hagan que las empresas caminen en la senda de crecimiento correcta.
Con una organización estructurada y unos datos bien gobernados, es posible que la experiencia del consumidor/cliente final se vea favorecida. Y es que toda la plantilla podrá trabajar para mejorar esta relación con el cliente que finalmente aporta una mejor imagen de marca y reputación.
No en vano trasladar los beneficios de los nuevos modelos laborales a los clientes no siempre es una tarea sencilla. No obstante, se convertirá en una ventaja competitiva si se consigue llevar a cabo.
No solo se debe ver el beneficio de puertas para fuera. Una buena estructura de teletrabajo inteligente invita a que los empleados mejoren su experiencia con las herramientas que utilizan a diario y por tanto, una mayor predisposición para incrementar su productividad.
Y es que no nos podemos olvidar que el mayor valor de una empresa son sus trabajadores y su motivación depende, en gran parte, de contar con las condiciones y herramientas adecuadas para su día a día.
Teletrabajar no puede ser sinómino de empleados en silos. Y es que la colaboración y coordinación es esencial para un buen funcionamiento de la empresa y aplicando un modelo de teletrabajo inteligente es posible.
Las soluciones de colaboración empresarial han evolucionado tanto que permiten que la descentralización no sea un problema a la hora de organizar proyectos, reuniones o crear presentaciones conjuntas, entre otras laborales.
Quizás este último beneficio es un compendio de todos los anteriores, pero no por ello es menos importante ya que supone el objetivo final de cualquier empresa: el aumento de sus ventas.
Y es que una política de teletrabajo inteligente ofrece la posibilidad de abordar la transformación digital que necesitan los negocios para crecer. Supone mirar al futuro que ya está aquí de la mano de la tecnología que ofrece muchas oportunidades.
Llegados a este punto, muchos clientes tendrán claro que quieren todo eso para su negocio, pero ¿Cómo conseguirlo? La respuesta es fácil y díficil al mismo tiempo, pero tiene un punto en común: la tecnología.
No podemos olvidar que para que una estrategia de teletrabajo inteligente funcione necesitamos que esté soportada por las herramientas, estrategia y planteamiento oportuno. Un equipo adecuado, unas soluciones para la gestión del día a día, una plataforma que permita el acceso remoto y una capa de seguridad que mitige cualquier amenaza. Estas son algunas de las patas esenciales para conseguirlo.
En este sentido, para que la transición de la oficina tradicional a la híbrida no presente dificultades debemos garantizar la correcta conexión remota. Un punot que se puede explorar con VMware SD-WAN, una plataforma de perímetro de servicio de acceso seguro que combina una SD-WAN líder y completas opciones de seguridad de nube y SaaS. Una fórmula para adaptarse al futuro híbrido que todas las empresas buscan.