La inversión en estrategias de datos empieza a dar sus frutos. Cada vez más organizaciones centran sus miras en las posibilidades de los datos para generar conocimientos más rápidos que contribuyan a optimizar su negocio.
Las necesidades surgidas a raíz de la pandemia han convertido a las estrategias de datos empresariales en el centro de atención para disponer de conocimientos que tengan un impacto positivo en los negocios. Esto, según apuntan desde Forrester Research, ha conllevado una inversión masiva en tecnologías, como la Inteligencia Artificial, para poder extraer el mayor valor de los datos.
De acuerdo con un estudio realizado por la firma, casi la mitad de los responsables de la toma de decisiones para datos globales, gestión de datos y ciencia de datos y análisis apunta que el gasto de su departamento en productos o servicios tecnológicos ha crecido en los últimos doce meses.
Además, más de dos terceras partes espera incrementar su gasto en productos tecnológicos durante este mismo período de tiempo.
Las empresas demandan conocimientos más rápidos y contar con datos de valor
Con ello, Forrester destaca que las estrategias de datos empresariales cuentan con más flexibilidad e integración, ya que las empresas buscan conocimientos más rápidos y la habilitación de tecnologías como la Inteligencia Artificial y automatización dependen de contar con datos de valor.
El cambio es sustancial ya que, si antes las inversiones en datos eran «pequeñas burbujas en torno al análisis de datos», ahora los casos de uso están más definidos. Las inversiones realizadas en esta área han permitido a las empresas realizar cambios en la forma en que se recopilan, almacenan y utilizan los datos. Esto puede conllevar importantes avances ya que puede cambiar la forma en que se hacen negocios.
Un claro ejemplo es Honeywell, que al comienzo de la pandemia tuvo que afrontar la gestión eficiente de las 400 ubicaciones con las que cuenta para que la mayor cantidad de empleados posible pudiera trabajar en remoto.
Esto no detuvo sus planes de transformación digital, una decisión acertada ya que llenó alrededor del 60% de su almacén de datos, lo que ha servido a la compañía para que resolviera problemas de negocio en tiempo real. especialmente para solucionar aspectos relacionados con la cadena de suministro y la inflación.
La eficiencia de las estrategias de datos
Desde Forrester también apuntan que, a medida que aumenta la madurez de la información, crece el abastecimiento de datos externos, y que casi la mitad de las empresas que se etiquetan como «negocios de datos impulsados por información avanzada» utilizan intermediarios de datos.
Una estrategia de datos robusta también está permitiendo avances en Inteligencia Artificial y aprendizaje automático. A esto se le suma el hecho de que, ante el auge que han experimentado los proyectos de migración a la nube, las empresas han ido incrementando la cantidad de datos con los que cuentan y que pueden usarlos de manera más eficiente si reconsideran sus estrategias de almacenamiento y análisis.
Eso permite tomar decisiones sobre esos datos, por ejemplo, cómo se deben proteger y cómo se puede preparar la información para una aplicación o capacidad del sistema.
Los entornos de almacenamiento más flexibles también permiten a las empresas describir sus datos de la forma que se quiera, según el contexto de lo que necesita saber y los conocimientos que busca.
Pero sin una estrategia de almacenamiento, todos esos datos no proporcionarán la información que se desea y permanecerán en silos. Por eso las empresas necesitan eliminar los cuellos de botella a través de la integración optimizando su entorno operativo y pensando a largo plazo.
Imagen inicial | Jason Briscoe