En los dos últimos años, los proyectos de transformación digital han experimentado un notable impulso. Sin embargo, las prisas pueden llevar a incurrir en errores que podrían tener un impacto negativo en los resultados.
Los grandes cambios que ha experimentado la forma en la que los usuarios consumen y se interrelacionan con las marcas ha llevado a muchos negocios a acometer su transformación digital. Las empresas han comprendido que, si no innovan lo suficientemente rápido, perderán clientes.
Para mantenerse actualizados, los proyectos de digitalización han experimentado un gran auge, pero no todos con el mismo éxito. Repasamos tres errores muy comunes en los que hay que evitar caer para tener un negocio ágil e innovador.
Las empresas cuentas con diversos departamentos y los procesos de toma de decisiones entre todos ellos suelen ser largos y complicados. A esto se le suma que muchos, a pesar de contar con tecnología y conocimientos, siguen utilizando procesos poco ágiles a la hora de transferir y procesos datos, a menudo con formatos de datos diferentes para cada departamento. Como resultado, la coordinación de los procesos es larga y difícil.
Para eliminar este cuello de botella, es importante integrar los datos de cada departamento y estandarizar el modelo de datos para obtener una coherencia en las consultas y entre departamentos.
Muchas empresas utilizan sistemas estándar para gestionar sus procesos y flujos de trabajo. Sin embargo, estos sistemas todavía están aislados y no existe un repositorio central de datos para que todos tomen decisiones y realicen cambios en tiempo real.
Es aconsejable empezar con un sistema y funcionalidades en silos y convertirlos en servicios compartidos
Los productos modulares estandarizados no pueden responder lo suficientemente rápido a los requisitos del mercado actual. En su lugar, es aconsejable comenzar con un sistema y funcionalidades en silos, para después extraer la lógica comercial y convertirlos en servicios compartidos para que puedan aprovecharse en todos los departamentos del negocio.
El modelo 70/30 adoptado por muchas organizaciones es una opción que gana adeptos. De esta forma, el 70% son los datos producidos por las diferentes unidades de negocio a los que se les aplican capacidades de Inteligencia Artificial, mientras que el 30% son algoritmos personalizados de acuerdo a las diversas necesidades de los distintos departamentos.
Si los sistemas están bien integrados y el modelo de datos no permite procesos de toma de decisiones más rápidos, el esfuerzo de transformación digital no ha aprovechado todo su potencial.
Hacer que el proceso de toma de decisiones sea más ágil implica al menos dos pasos. En primer lugar, se deben reemplazar los procesos manuales y repetitivos con módulos de computación e Inteligencia Artificial (IA). Una vez que los datos interdepartamentales son uniformes, se pueden crear modelos matemáticos para todas las funciones de negocio relevantes y desarrollar los módulos de algoritmos correspondientes.
En segundo lugar, implementar programas para la comunicación en tiempo real es clave. Deben incluir una automatización efectiva para que los miembros del equipo carguen datos, aprueben o rechacen decisiones de planificación y envíen notificaciones a otros a través del PC o del dispositivo móvil.
El objetivo es que los algoritmos generen automáticamente decisiones para que las personas puedan ajustarse a ellas y, en consecuencia, mejore la tasa de toma de decisiones de semanas a minutos.
Todo esto pone de manifiesto los aspectos que hay que tener en cuenta para valorar si el proyecto de transformación digital ha sido efectivo o no. Revisar si los diferentes sistemas hablan el mismo idioma, si están interconectados, y si los datos permiten tomar decisiones en tiempo real será clave para disfrutar de un negocio ágil y de éxito.
Imagen inicial | Elisa Ventur