De unos años a esta parte la demanda de tecnología en el sector de la educación está en alza. Según datos del Ministerio de Educación y Formación Profesional, el 60,1% de los centros educativos no universitarios cuenta con sistemas digitales interactivos, que contribuyen en la digitalización de las aulas.
Aunque todavía queda mucho camino por recorrer en España, lo cierto es que cada día se ve con más naturalidad la integración de tecnologías en las aulas. Lo comenta Javier Vázquez, Ingeniero de Telecomunicaciones de fibratel:
“La pandemia ha obligado al sector educativo a adaptarse y apostar por soluciones tecnológicas dentro y fuera de las clases. Por esta razón, hablamos de la llegada de las aulas 2.0 como la revolución del presente y el comienzo del futuro con la creación del Smart space.
Precisamente para adaptarse a esa nueva realidad, los partners que ofrezcan soluciones tecnológicas en el entorno de la educación debe prestar especial atención a los siguientes nichos:
El primer paso para la digitalización en la educación. Contar con equipos, ya sean portátiles, tablets, sobremesas o impresoras, que permitan evolucionar las clases hacia conceptos digitales donde se pueda integrar la experiencia.
En este sentido, es fundamental tener en cuenta las necesidades actuales del alumnado y profesorado, pero también las futuras. Por ello, es recomendable contar con equipos compatibles con diferentes tecnologías que nos permitan abordar proyectos de integración en los próximos años para seguir mejorando.
Tan importante como un equipo es una conexión a Internet que lo sustente. A día de hoy, pocos concebimos la vida sin la Red de redes que soporta muchas aplicaciones y herramientas útiles para la educación.
Así, es esencial buscar la infraestructura de red adecuada para cada centro, teniendo en cuenta sus necesidades también actuales y futuras. En este sentido, el WiFi-6 puede ser una opción a valorar para hacer frente a los retos que se pueden plantear.
La protección en la educación se debe concebir como una capa que cubra toda la tecnología. Desde los equipos o impresoras hasta la red pasando por las aplicaciones que se utilicen. Trabajando en entornos donde puede haber menores, la seguridad debe ser aún más acusada y debe incluir filtros de control parental que acrediten que la tecnología se utiliza para un fin educativo.
Con una educación que tiende hacia el modelo híbrido, es necesario instalar en el aula un sistema que permita el seguimiento de la clase en directo y asegurando el 100% de conectividad. La ventaja que ofrece este sistema es que permite la comunicación bidireccional y desde diferentes ubicaciones, facilitando al máximo la asistencia a las clases. Esto no solo facilitará la asistencia, sino que también mejorará la interactividad y fomentará los ambientes multidisciplinares, tan necesarios en la vida laboral.
Se trata de una de las herramientas que muchas instituciones educativas ya han implementado en sus centros. La pizarra digital brinda a los profesionales del sector una nueva forma de plantear sus lecciones, animando a los alumnos a una mayor participación y entretenimiento, lo que favorece la enseñanza.
Contar con tablets y ordenadores con los que el alumnado pueda seguir la clase es una demanda cada vez más necesaria. Sin embargo, es importante tener cierto control sobre los dispositivos escolares para evitar su malfuncionamiento.
Así, es necesario utilizar una plataforma de gestión centralizada que aporte total seguridad, lo que se conoce por MDM (Mobile Device Management). Además de la localización del aparato, permite gestionar el contenido para publicar lecturas o apuntes y monitorizar el estado desde un panel de control común al que el docente tendría acceso en remoto.
Las ventajas que ofrece este software van desde el ahorro de tiempo al permitir la gestión de todos los dispositivos desde una sola consola hasta la seguridad que ofrece.