La tecnología se ha encargado de enriquecer el puesto de trabajo, más aún, en plena era de trabajo híbrido. Los empleados reclaman una y otra vez dispositivos, programas y periféricos que les permitan conectarse, colaborar y, en defintiva, seguir su día a día sin importar si se encuentra en su hogar, en su oficina o en un centro de co-working.
Aunque todavía existen muchos retos por delante, las empresas ya están rediseñando los espacios de trabajo para adaptarse a la nueva normalidad que supone el trabajo híbrido. Una transformación en la que es necesario abordar muchos frentes. Desde el despliegue de infraestructura o sistemas para sostener el modelo hasta las herramientas o el hardware que se utiliza. Apartados todos ellos importantes y que se deben complementar para sacar el máximo partido.
Sin embargo, hay uno especialmente importante al que a menudo no se le presta la suficiente atención. Es el caso de los monitores. Estos cumplen una función esencial a la hora de gestionar tareas y ser más productivo. Un hardware que puede acarrear enormes beneficios a los teletrabajadores y por extensión, a los negocios que sepan seleccionar el modelo adecuado. Vemos algunos de los beneficios:
Quizás es la ventaja más evidente y la más palpable por los negocio que siempre necesitan un ROI ante cualquier inversión. Y es que el uso de monitores en espacios de trabajo híbrido supone una mejora sustancial en la productividad.
Este beneficio se vuelve una realidad palpable cuando vemos estudios donde se concluye que el 56 % de los profesionales que trabaja en casa y que admite ser productivo tiene un monitor de más de 24 pulgadas o una configuración dual.
Y es que la resolución de la pantalla, el tamaño o el formato pueden ser cruciales a la hora de realizar las tareas profesionales de una forma rápida y resolutiva.
Un monitor no es tan solo una pantalla sobre la que visualizar lo que se gestiona en un equipo sino también un periférico lleno de posibilidades. Con la incorporación de cámaras y micrófonos a los paneles o el uso de conectividad, los monitores pueden ser una fuente versátil para los diferentes entornso en los que se mueven los empleados.
Así, el monitor supone una baza más para conseguir que las reuniones virtuales se vean bien, se pueda conectar rápidamente una unidad externa al equipo en la que llevar los documentos para trabajar de la empresa al trabajo, o viceversa, o se consiga una mejor calidad visual ajustando los valores del panel, dependiendo de la luz que entre por la ventana, por ejemplo.
Otro de los puntos decisivos para conseguir un empleado que rinda al máximo. Y es que un empleado que utilice una tecnología ergonómica, es un empleado más productivo, motivado y eficiente. Y en ese aspecto el monitor es clave.
Los monitores para el trabajo híbrido permiten la movilidad necesaria para ajustar los parámetros en altura, inclinación, temperatura del color o brillo, entre otros, a las necesidades de cada circunstancia.
En este apartado, además, la tasa de refresco de los monitores profesionales es un valor fundamental. Si la tasa de refresco es baja, es probable que tengamos la impresión que nuestro monitor «parpadea» (se conoce como flickering), lo que a lo largo de una jornada laboral puede llegar a ser realmente incómodo, aumentando nuestra sensación de cansancio, fatiga visual y dolor de cabeza.
El cuidado al medio ambiente ha entrado de lleno en las agendas de las empresas y debe ser un punto más a tener en cuenta a la hora de disponer de tecnología. En este sentido, los monitores pueden ser una herramienta más para conseguir un trabajo híbrido sostenible.
Muchos modelos incluyen ya la suspensión cuando no se utiliza el equipo, clave para aquellos trabajadores que se van unas horas a comer o atender llamadas, o modos de bajo consumo que permiten reducir el gasto energético. De esta forma, con una selección adecuada podemos también contribuir a un mundo un poquito más verde.
Pese a todas las ventajas mencionadas, un estudio de Forrester y Dell apunta que tan solo el 35 % de los puestos de trabajo compartidos cuenta actualmente con un monitor externo. Un claro síntoma del reto que se plantea para el canal de distribución y las posibilidades comerciales que se pueden abarcar.
No en vano, el negocio de los monitores cuenta con una sana ascendencia debido precisamente al impulso del trabajo híbrido. Tanto es así que este nicho supuso uno de los mayores crecimientos en las ventas durante 2021. Concretamente y, según cifras de Context, el mercado de monitores en España creció un 19,6%, dejando por detrás a otros segmentos como las licencias o el software.
Del panorama actual que viven las empresas y de las necesidades tecnológicas que tienen los empleados nos hablan precisamente en el informe que os hemos ido mencionando. Para saber más sobre el trabajo híbrido tan solo tienes que descargarlo de forma gratuita. ¡No te lo pierdas!