Ante la proliferación de los entornos multicloud, las empresas acusan la necesidad de contar con más recursos para optimizar la gestión que hacen de las distintas nubes y reducir así su complejidad.
La adopción de la nube está alcanzando tales dimensiones que lo extraño es no encontrar empresas que tengan entornos multicloud. Y es que la evolución tecnológica ha llevado a que las organizaciones apuesten por IaaS (Infraestructura como servicio) acompañando la adopción de SaaS (software como servicio) creando fácilmente entornos con múltiples nubes. Esto ha derivado en la combinación de distintas ofertas de nube de diferentes proveedores de acuerdo a sus necesidades específicas.
Más de una tercera parte de los responsables de la toma de decisiones TI operan en un marco multicloud, un número que se espera supere el 60 % dentro de tres años, según muestra una encuesta de Vanson Bourne realizada a 1.700 de estos responsables.
Las grandes empresas que apuestan por multicloud crecerá hasta el 80% en los próximos tres años
La implementación es aún más frecuente en las grandes empresas, donde más de la mitad de las organizaciones apuesta por entornos de múltiples nubes, un número que se espera que crezca hasta el 80 % en los próximos tres años.
Sin embargo, y a pesar de las ventajas que muchas empresas están percibiendo por esta apuesta, la complejidad que puede entrañar en muchas ocasiones requiere de una gestión eficiente. El desafío para las empresas es navegar por una pila tecnológica donde la interoperabilidad no siempre es fácil.
Las nubes permanecen segmentadas, lo que deja a las empresas con pocos recursos para navegar mejor por esta complejidad. En esta tesitura, muchas empresas aspiran a elegir un proveedor principal e integrarlo de manera que con uno solo consigan la efectividad y ahorro de costes deseados.
Una de las características que predomina en las implementaciones de los entornos multicloud, y que nueve de cada diez encuestados en el estudio de Vanson Bourne pone de manifiesto, es que precisan de herramientas de gestión más simples para tener éxito. Especialmente, consideran que deben contar con ellas para abordar los principales desafíos, que radican en la gestión de la seguridad, la integración de datos y el coste.
Y es que las empresas buscan aprovechar los muchos beneficios que aporta contar con múltiples nubes a la hora de ganar en flexibilidad para llevar las cargas de trabajo donde puedan rendir más y con ello también reducir costes.
Sin embargo, las organizaciones acusan la falta de mecanismos claros para transferir datos fácilmente de una nube a otra fuera de los contenedores. Esto está acelerando la estandarización de kubernetes y que cada vez estén más presentes en las implementaciones cloud.
Además, los expertos en TI apuntan cada vez más que la nube idea es la multicloud híbrida, en la que una organización puede trabajar en nubes privadas y públicas con interoperabilidad integrada. Pero la gran mayoría de los encuestados en el citado estudio apuntan que carecen de las habilidades de TI para satisfacer las demandas de negocio.
La apuesta por un proveedor secundario para cargas de trabajo especializadas permite ejecutarlas sin depender solo de uno
Sin una arquitectura para una pila de infraestructura hipermóvil basada en contenedores, muchas organizaciones terminarán asignando un proveedor principal para gestionar la mayor parte de sus cargas de trabajo. Algunas de las empresas que siguen esta estrategia también trabajan con un proveedor secundario para las cargas de trabajo especializadas, capitalizando la experiencia de una nube sobre otra.
Tal y como destacan desde Forrester, muchas empresas eligen una estrategia de múltiples nubes para ejecutar la carga de trabajo correcta con el proveedor correcto, sin depender demasiado de un solo proveedor. Pensando en todos estos aspectos, los CIO deben planificar y diseñar su infraestructura a largo plazo para conseguir los objetivos deseados.
Imagen inicial | Rishabh Dharmani