Seguimos suspendiendo en la digitalización de la educación en España. Los datos, aportados por la inversión TIC pública como arrojados por estudios privados, demuestran la misma realidad: pese a que hemos incrementado la inversión y los beneficios que encuentra la comunidad educativa en la tecnología, todavía hay muchas barreras que impiden que se saque todo el potencial a estas herramientas.
Si valoramos los datos de Adjudicaciones TIC de la inversión pública vemos que el pasado 2021 (año natural, no escolar) se adjudicaron algo más de 349,6 millones de euros a la educación en España. Un porcentaje que se incrementó un 8% respecto al volumen de 2020, con una de las vueltas al cole más movidas en cuanto a negocio, y que supone el 6,8% de las proyectos públicos adjudicados totales en España durante el 2021.
Por comunidades autónomas, Galicia destacó en 2021 como la que más inversión TIC destinó a educación con casi 82 millones de euros. Con casi la mitad de presupuesto, Catalunya y Andalucia con 46 y 44 millones de euros adjudicados, respectivamente.
Al desglosar la información de proyectos públicos por áreas tecnológicas, vemos que los servicios de mantemimiento, outsourcing y telecomunicaciones son los más demandos para conseguir que los centros educativos tengan un soporte informático. 181 millones de euros de las adjudicaciones TIC en educación durante 2021 fueron a parar a estos servicios. Por detrás, el hardware reflejado en equipos de impresión, ordenadores o pizarras se llevaron 56 millones de euros.
A estas cifras públicas habría que sumar la inversión de centros educativos privados. Pese a no contar con cifras oficiales en España, si que se estima que el negocio tecnológico entorno a la educación, sumando el segmento público y el privado, podría alcanzar los 1.000 millones de euros anuales.
Pero no solo hay que evaluar el montante invertido en tecnología, sino cómo se utilizan estas herramientas y si realmente se saca provecho en los procesos de aprendizaje. Y es ahí observamos los obstáculos con los que se encuentran docentes, equipo directivo y alumnos para conseguir que la digitalización sea un hecho en la agenda educativa.
El informe sobre el “Estado de la Tecnología en la Educación en España” de Promethean arroja una visión más cercana de la realidad de las aulas. Gracias a la participaicón de 850 encuestados durante el curso 2020/2021, la investigación desprende que tan solo el 9% de los centros educativos cuenta con una tecnificación alta y realiza un uso muy elevado de las diferentes tecnologías disponibles.
Aunque hasta un 70% de los encuestados está de acuerdo con las prioridades estratégicas tecnológicas de su centro, enfocadas, sobre todo, en nuevas técnicas pedagógicas (49%) y en la formación del profesorado (35%), el 13% de los encuestados reconoce que tiene acceso a la tecnología, pero prefiere no usarla por falta de tiempo para aprender y extraer el máximo provecho de la misma y el 16% no la usa porque no siempre funcionan.
El 60% de las aulas lleva a cabo un uso muy escaso de la tecnología
Además, el 53% del profesorado en España afirma que recibe alguna formación y apoyo para el uso de la tecnología educativa, aunque no es completa o adecuada, por lo que espera que los centros educativos les ofrezcan más y mejores opciones. Además, menos del 1% de los docentes y miembros del equipo directivo asegura recibir una formación y apoyo completos, lo que puede sugerir por qué la adopción y el uso de herramientas tecnológicas no siempre alcanza los niveles que los centros educativos esperan.
Aún así, el 78% de los encuestados considera que el uso de la tecnología en el aula es parte de su día a día que debe reflejarse en las clases. A nivel general, los encuestados se esfuerzan por innovar, empleando la tecnología como herramienta para la educación (77%), además de para aumentar el rendimiento de su trabajo (70,4%). Sin embargo, el 60% de las aulas lleva a cabo un uso muy escaso de la tecnología.
En cuanto al futuro más inmediato, se prevé que los contenidos y evaluaciones online, así como las aplicaciones serán los recursos tecnológicos más extendidos a corto plazo. A este respecto, el 50,8% de los encuestados utiliza esta forma de trabajar para realizar informes de asistencia, el 32,9% para evaluaciones formales y el 30,2% para evaluaciones informales. Un punto donde el 81% de los docentes y el 87% del equipo directivo considera que el uso de tecnología se combinará con los recursos tradicionales y los actuales métodos de enseñanza.