La oleada hacia el Edge Computing es una tendencia más en el nuevo mundo digitalizado que estamos inmersos. Las empresas están priorizando estas nuevas inversiones que les permiten llevar a diferentes puntos su tradicional centro de datos donde se concrentaba toda la infraestructura TI y las aplicaciones. Un ámbito en el que los partners también están viendo oportunidades que necesitan nutrirse de unas bases para su éxito.
Hablar de Edge Computing puede sonar efímero. El concepto en sí busca que los datos que se producen en los dispositivos, sistemas o redes, se recojan y procesen más cerca del punto donde se van a usar gracias a una arquitectura y técnicas que combinan los beneficios de la nube con el procesamiento local. En este sentido, Gartner ha realizado una clasificación en la que distingue cinco tipos: el centro de datos regional, el centro de datos local, la computación, el gateway, y el dispositivo Edge, o en el borde.
Por su parte, desde IDC buscan de una forma más visual aún mostrar los caminos por los que se está moviendo Edge Computing en entornos reales. Así, los casos reales que identifica esta consultora son: analítica de datos o inteligencia de negoco, desarrollo de contenido, analítica de imágenes o texto, y seguridad y networking. En estas situaciones las múltiples cargas son combinadas para apoyarse en diferentes usos espefícos.
Ya que el Edge Computing establece diferentes tipo de centros de datos, punto de recogida de información y localizaciones endpoint, entre otros, estos necesitan que haya una coordinación tanto de tecnología como de proveedores de servicios. De hecho, la perfecta combinación de todos estos eslabones será la clave del éxito del proyecto.Además, para que funcione todo correctamente es necesaria una relación simbiótica entre el núcleo, el edge y la carga de trabajo.
A este respecto, IDC asegura que la oportunidad más imperante del Edge Computing está alrededor de la analítica e inteligencia de negocio. De hecho, espera que sea una de las principales áreas de inversión ya que supone un nicho que permite tener control, visibilidad y gestión de las cargas de trabajo con lo que se puede obtener una coordinación completa.
A partir de ese punto se pueden desarrollar otras oportunidades igualmente interesantes; el desarrollo de aplicaciones y herramientas para mejorar los casos de uso y añadir aún más valor al edge, especialmente con sistemas de robótica o Inteligencia Artificial avanzada. Es por ello que las grandes y primeras aplicaciones de uso se vislumbran en la industria.