La inversión TI del próximo 2022 se centrará en tecnologías como la IoT, la nube híbrida y la Inteligencia Artificial, principalmente, con el objetivo de que las organizaciones mejoren su operativa diaria.
Los dos últimos años han dejado constancia de cómo la tecnología puede permitir que las empresas operen con disrupciones, generando nuevas fuentes de ingresos y mejorando las operaciones.
Los presupuestos de tecnología para el próximo año y en el futuro muestran esa intención por parte de los directivos de las compañías.
Esto llevará a que, según las previsiones que maneja Gartner, el gasto en TI se incremente en un 3,6% en 2022, un crecimiento que representa el mayor aumento interanual en más de una década, superando el crecimiento del 3% experimentado en 2018. Pero, ¿a qué se destinará esta inversión TI?
Tal y como se desprende del ‘2022 IT Priorities Report’ de Snow Software, los responsables de la toma de decisiones de TI apostarán el próximo año por una inversión TI que contribuya a optimizar sus operaciones diarias. Y, para ello, apostarán por tecnologías como IoT, la nube híbrida y la Inteligencia Artificial (IA).
En concreto, el informe apunta que, en la hoja de ruta tecnológica de 2022, el 30% de los 1.008 directivos encuestados señala que su principal prioridad será mejorar las operaciones diarias.
La reducción de costes y la satisfacción del cliente como prioridades
No obstante, la reducción de costes sigue siendo otra de las grandes prioridades como señala el 28% de los directivos, el mismo porcentaje que apunta como clave para su inversión TI la mejora del servicio y la satisfacción del cliente.
Y es que, en un entorno tan cambiante, y ante la incesante necesidad de realizar inversiones rentables en nuevas tecnologías, el papel de los responsables de TI y de los tomadores de decisiones está adquiriendo una nueva dimensión.
Según el estudio de Snow, Software, nueve de cada diez directivos de TI manifiestan que ahora tienen más responsabilidad por el impacto financiero de las inversiones TI que deben realizar que en años anteriores.
De hecho, el mismo número de ejecutivos dice que, a menudo, se le pide a los departamentos de TI que innoven más rápido y demuestren el retorno de sus inversiones, lo que los somete a una mayor presión.
En este escenario, las organizaciones están apostando por una mayor inversión tecnológica y los CIO están siendo los encargados de supervisar las asignaciones presupuestarias, una señal de que el rol está evolucionando más hacia un asesor comercial.
La resolución de problemas reduce la capacidad para innovar
Sin embargo, a pesar de los amplios objetivos de innovación, siete de cada diez responsables de la toma de decisiones en TI apuntan que, al final, terminan pasando demasiado tiempo reaccionando a los problemas, lo que reduce su capacidad para innovar.
Al mismo tiempo, esto también está llevando a que los responsables de TI adquieran roles más centrados en las personas, con el servicio y la satisfacción del cliente como sus principales prioridades.
Esto llevará a que, como pronostica Forrester, en los próximos meses, uno de cada diez responsables tecnológicos de organizaciones de alto rendimiento centrará sus inversiones en iniciativas tecnológicas centradas en el ser humano a una tasa tres veces mayor que la de sus competidores.
Imagen inicial | Vitaly Taranov