Renovarse o morir, dice el dicho. Una afirmación cada día más cierta en cualquier tipo de negocio pero mucho más, en el retail. Una renovación que pasa por aplicar la tecnología y conseguir sacar el máximo beneficio de esta. Una cuestión que, aunque cada vez va siendo más habitual, todavía tiene tareas pendientes.
El retail es uno de los segmentos que más ha evolucionado, en cuanto a transformación digital se refiere. Los comercios se han percatado de la necesidad de adaptarse a los nuevos hábitos de los clientes para ofrece una buena experiencia. Sin embargo, siempre hay retos sobre la mesa.
En plena campaña navideña y con la vista puesta en los própositos de año nuevo, destacamos 4 áreas tecnológicos donde los vendedores deben enfocarse, si no lo hay hecho ya.
Ya sabemos que el petróleo del siglo XXI son los datos. Toda organización capaz de estructurar, almacenar y, sobre todo, aprovechar la información que tiene a su alcance irá un paso por delante. Un punto donde centrar esfuerzos para conseguir ir en la avanzadilla.
En este sentido, el retail debe mirar a cualquier tecnología que le permita analizar los datos y aplicarlos a su negocio. Con ello perseguiremos varios objetivos: hipersonalizar los mensajes, aumentar la fidelización, impulsar el posicionamiento y, en definitiva, mejorar la experiencia de cliente que tantos beneficios conlleva.
La tecnología abierta es un segmento que investigar. Ya sean los microservicios, las API, el SaaS o cualquier otro ecosistema abierto son espacios donde el retail debe ahondar. Esta nueva forma de plantearse los desarrollos permite acoplar nuevas funcionalidades al negocio así como conseguir actualizaciones mucho más ágiles y flexibles que se integren con otras herramientas que usemos.
Centralizar todos nuestros procesos en una única plataforma permite una mejora de la experiencia de cliente instántanea. Ya sea una plataforma digital o una offline donde vendamos lo cierto es que aunar todos los esfuerzos en la misma dirección potenciará nuestra imagen de marca y presencia.
A este respecto, ya existen muchas herramientas que trabajan la omnicanalidad. Desde esas plataformas podemos gestionar contenidos, tienda online, gestión de inventario o aplicaciones en las que trabajemos, por ejemplo.
La consolidación del comercio electrónico para consumidor final es un hecho. Llevamos muchos años viendo como tiendas de todo tipo se unen a este fenómeno. Sin embargo, todavía vemos avances tímidos en el apartado B2B. Y precisamente eso representa una oportunidad para el retail.
Aprovechar el tirón de la venta online para apostar por marketplaces, aplicaciones o directamente nuestro propio espacio online comercial para las empresas puede ser una oportunidad que plantear. Un reto donde hay mucho que sembrar y ganar.