Conectar con el cliente, reprogramar la producción para el futuro con automatización y conseguir la resiliencia digital son los tres grandes retos de los CIOS de nuestro país. Unos profesionales que piensan ya en entornos híbridos donde la orquestración de la tecnología tiene un papel fundamental.
Durante el IDC CIO Digital Summit Spain 2021 precisamente se puso sobre la mesa el reto de los entornos híbridos que se ha dado con la aceleración de la transformación digital. Y es que el 95% de los CIOs ya tienen planes para modernizar y racionalizar sus aplicaciones heredadas, mientras que el 37% de las organizaciones evalúan sus aplicaciones heredadas anualmente.
La tendencia de los entornos híbridos es una realidad. Más del 30% de las aplicaciones se ubicarán en un entorno de nube distribuida y el mercado del cloud espera consolidarse aún más al crecer a tasas superiores al 28% año a año hasta el 2024. Se impone, por tanto, según IDC Research España, la racionalización de las aplicaciones para evitar costes ocultos.
El 38% de las organizaciones están dotando de presupuesto al puesto de trabajo
No obstante, lo más visible de estos cambios ha sido las nuevas maneras de trabajar que se han impuesto más por necesidad que por convicción. El espacio de trabajo digital inteligente es un entorno federado y personalizado que sitúa al trabajador en el centro y proporciona los datos, el contenido, las aplicaciones y los colaboradores que el trabajador necesita para realizar su cometido.
Es por ello que el 38% de las organizaciones están dotando de presupuesto específicamente en la parte de puesto de trabajo mientras que el 47% ya incluye esta nueva realidad dentro de sus políticas de recursos humanos. Un concepto que requiere nuevas formas de ver la seguridad y la gestión de la información.
En este escenario el concepto de confianza digital emerge como imperativo empresarial ya que abarca desde la privacidad y el cumplimiento hasta la sostenibilidad; desde el comercio electrónico hasta ecosistemas de confianza; y de la ética y la transparencia a la reputación y lealtad de la marca. “Generar confianza digital es un imperativo empresarial, pero requiere liderazgo y gobernanza desde el nivel de la junta directiva para asegurar que se convierta en parte del tejido mismo del negocio”, comentó José Antonio Cano, director de Análisis y Consultoría de IDC Research España en el evento.
Todo ello sin olvidarnos de la agilidad. «Las empresas deben ser ágiles porque permite incrementos en la experiencia del cliente, mejoras en la retención del talento, fidelización del cliente, time to Market o incluso ganar cuota de mercado”. Según la encuesta Business Agility de IDC, la correlación entre rentabilidad y agilidad es un hecho; el 93% de las organizaciones ágiles son más rentables que aquellas que no lo son.