A menudo pensamos que tener un buen centro de datos con renombre ya es suficiente para garantizar una buena colaboración con un hiperescalador cloud. Sin embargo, este punto es tan solo uno de los importantes a la hora de valorar el trabajo con uno u otro.
Los hiperescaladores son los catalizadores del ecosistema de la nube. Por ellos, pasa gran parte del negocio que se genera alrededor de la nube y suponen un punto crítico para que muchos partners entren en este terreno o afiancen sus servicios cloud.
A día de hoy no hay un mal hiperescalador cloud per se. Las referencias que nos pueden venir a la cabeza cuando hablamos de estas figuras -AWS, Microsoft o Google Cloud, principalmente- tienen un bagaje tecnológico ya recorrido suficiente como para ser una elección acertada.
Pero, por supuesto, hay diferencias entre ellos. De hecho, hay varios puntos críticos en los que fijarse más allá de buen nombre o el despliegue de infraestructura que puedan hacernos decantarnos por una alternativa u otra. Y estos son los que hemos querido destacar:
No es lo mismo un hiperescalador cloud que naturalmente trabajaba con partners desde sus inicios a uno que está comenzando a sembrar este camino. Los conocimientos, recursos y experiencia con el canal es un grado y eso se nota tan pronto como se empiece a trabajar con estas figuras.
La tecnología que hay detrás de un centro de datos también debe ser clave para los partners. En este sentido, ya no solo importa aquella que puede poner el hiperescalador cloud sino también las asociaciones que haga con otros fabricantes o proveedores de referencia en segmentos especializados. Con ello, podemos inclinar la balanza hacia el que más se adapte al área que manejamos.
La especialización también es un grado en este contexto. Aunque el hiperescalador cloud por naturaleza intentará recoger el máximo negocio desde diferentes vías, lo cierto es que cada vez es más necesario que estos servicios cloud tengan un grado de verticalización.
Tanto es así que un estudio de Stack, realizado con más de 80.000 desarrolladores, apunta a este criterio como un básico para trabajar a gusto con una figura de este tipo. Un foco en soluciones verticales que puede incentivar y acelerar nuestro negocio, aún más.
Aunque todas estas figuras tienen un claro enfoque en la protección de sus centros de datos y servicios, lo cierto es que siento un punto tan crítico debemos revisarlo a conciencia muy a menudo.
Tener claro que el hiperescalador cloud con el trabajamos cuenta con las acreditaciones que necesitamos para garantizar continuidad de negocio, mitigación de ataques y recuperación de desastres es una obligación que tenemos como partners para con nuestros clientes.
No nos podemos olvidar que el cloud ha traído consigo nuevos modelos tecnológicos de consumo. Nuevos formatos que obligan a los partners a pensar en soluciones financieras que les permitan aprovechar la oportunidad sin que su caja se resienta.
Y aquí, el hiperescalador cloud cuenta con diferentes recursos en los que el canal se puede apoyar. Saber cuáles son y cuáles nos pueden ayudar a generar rentabilidad a medio y largo plazo puede ser otra manera de decidirse.