Ante la escasez de chips que vive el mercado desde hace meses, analistas de la industria creen que esta situación está generando un entorno perfecto para que los semiconductores falsificados entren en el mercado y proliferen los componentes falsos.
Lo que comenzó como un desajuste puntual entre la oferta y la demanda ha derivado en una escasez de chips cuya problemática está adquiriendo cada vez mayores dimensiones. Según apuntan los expertos, como casi todos los productos que han tenido una gran demanda en los últimos meses han brindado una oportunidad a los falsificadores para conseguir dinero fácil.
Esto lleva a pensar que la escasez de chips llevará a la proliferación de estas figuras y que es solo una cuestión de tiempo antes de que el mercado se inunde de semiconductores que casi pasan por auténticos, pero en realidad, son productos ilegales que podrían presentar enormes riesgos de seguridad.
Desde el inicio de la pandemia de la COVID-19, la fuerte demanda de dispositivos electrónicos de todo tipo como PC, portátiles y smartphones, entre muchos otros, especialmente para dar respuesta a las necesidades de trabajo y educación en remoto, ha llevado a que los fabricantes necesiten grandes cantidades de semiconductores.
Sin embargo, las fábricas no han sido capaces de elevar sus niveles de producción tan rápido como hubiera sido deseable para hacer frente a esta demanda. En consecuencia, la escasez de chips global se ha extendido a la mayoría de las industrias que dependen de los componentes electrónicos.
Y, ante la evolución que está teniendo esta crisis, las perspectivas no son nada halagüeñas. Desde Gartner apuntan que la escasez de semiconductores durará hasta bien entrado 2022, y advierte a los fabricantes de equipos que los pedidos de obleas podrían llegar con hasta 12 meses de espera en los próximos meses.
La urgencia por comprar chips abrirá las puertas a los falsificadores de componentes
Para algunas empresas, esto significará tener que buscar una alternativa para abastecerse de chips o cerrar las líneas de producción. En otras palabras, los tiempos actuales están abriendo una oportunidad de oro para que intervengan los falsificadores y estafadores de componentes electrónicos.
De hecho, cuando se necesitan componentes y urge comprar, suele bajarse la guardia en las reglas de verificación y las pruebas que realizan los proveedores, lo que puede derivar en un gran problema.
Problemas de chips falsificados
Así, si bien los expertos señalan que aún es demasiado pronto para notar un aumento en las falsificaciones, se muestran confiados en que su aparición comenzará a proliferar en los próximos seis meses a medida que muchas empresas detecten que los han comprado sin darse cuenta.
Otro de los aspectos que destacan es que es poco probable que el problema afecte a los gigantes tecnológicos cuya dependencia de los semiconductores es tal que han implementado cadenas de suministro sólidas y, por lo general, solo comprarán componentes directamente de los fabricantes de chips.
Los que sí están en riesgos son aquellos fabricantes de bajo volumen cuya cadena de suministro de semiconductores está menos establecida, pero podría incluir empresas en sectores que son tan críticos como la defensa, la atención médica e incluso la automotriz.
Normalmente, esas empresas más pequeñas hacen uso de los servicios de distribuidores externos, que pueden ser distribuidores franquiciados, o distribuidores independientes, que compran y venden componentes de diferentes lugares, incluso de fabricantes de equipos que tienen excedentes de inventario.
Ya sean franquiciados o independientes, los distribuidores se han convertido en un elemento central de la cadena de suministro de semiconductores ya que, según McKinsey, ahora manejan casi una cuarta parte de los ingresos de la industria de los semiconductores.
Sigue siendo cierto que, al comprar piezas a distribuidores, las empresas deben tener especial cuidado para asegurarse de que están comprando componentes no falsificados, especialmente cuando se trata de distribuidores independientes, que compran y venden componentes en mercados que pueden cambiar de manos varias veces y puede resultar difícil rastrear los orígenes y las credenciales del vendedor original.
Urge hacer una auditoría, verificación e investigación para evitar las falsificaciones
Los riesgos de usar chips falsificados, incluso sin saberlo, no deben subestimarse. Por lo general, los estafadores pueden clonarlos, construyéndolos completamente desde cero, o pueden reciclar componentes de desechos electrónicos, borrar marcas antiguas, limpiar la pieza y empaquetarla para que parezca nueva a los compradores potenciales.
En ambos casos, el producto final puede cumplir con los estándares básicos de calidad, pero no habrá pasado por ninguno de los procesos de prueba o criterios de confiabilidad en los que los fabricantes de chips auténticos invierten tiempo y dinero. El componente está destinado a fallar después de un tiempo o bajo ciertas condiciones, y podría significar un gran problema para las empresas que lo compraron para fabricar sus productos.
Por lo tanto, para las empresas que buscan comprar semiconductores en los próximos meses, se requerirá una gran dosis de auditoría, verificación e investigación para evitar comprar las ofertas más tentadoras.
Imagen inicial | Blaz Erzetic