La acumulación de basura electrónica es una tendencia al alza y ante la que diferentes organismos alertan de la necesidad de tomar medidas urgentes. De lo contrario, los residuos electrónicos podrían superar los 74 millones de toneladas en 2030, duplicando la cantidad en menos de 16 años.
Los últimos datos disponibles, a falta de los del pasado año, apuntan que, en 2019, alcanzamos un nuevo récord en basura electrónica, o ‘e-waste’, con más de 53,6 millones de toneladas métricas a nivel mundial.
Este dato no vino más que a confirmar una tendencia al alza de los residuos electrónicos, cuya cantidad sigue creciendo a pasos agigantados día a día y que, según el informe Global E-Waste Monitor de 2020, se duplicará en un período de 16 años llegando a alcanzar los 74,7 millones de toneladas métricas en 2030.
Europa lidera la generación de más residuos por persona con 16,2 kilos per cápita
Se trata de una problemática que nos toca muy de cerca ya que Europa se ha convertido en la tercera región a nivel mundial que más residuos electrónicos genera. En 2019 se generaron 12 toneladas métricas. Sin embargo, se trata de la región que más residuos per cápita genera, con 16,2 kilos por persona.
Tales cantidades de residuos electrónicos, que incluyen sustancias nocivas para la salud y el medioambiente, como el mercurio o los pirorretardantes bromados, requieren una acción inmediata. Pero, ¿qué podemos hacer? Sin duda, mucho.
Es preciso una mayor concienciación y una gestión adecuada de los residuos electrónicos que ponga en práctica la Directiva de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE), en la Unión Europea, que regula el tratamiento de la basura eléctrica y electrónica en pos de una producción y un consumo sostenibles.
Con unos objetivos por países, establece que cada Estado miembro debe alcanzar una tasa de recolección anual mínima del 65% de la media del peso de los aparatos eléctricos y electrónicos introducidos en el mercado en los tres años precedentes, o bien del 85% de los RAEE generados.
En España, se mejoró la recolección de estos residuos en 2016 gracias a la entrada en vigor del Real Decreto 110/2015, pasando de una tasa de recolección del 41% en 2015, a un 48% en 2017. No obstante, es uno de los países que genera más basura electrónica con más de 960.000 toneladas métricas en 2020, según datos de Statista.
Según un informe de WEE Forum, la falta de recolección B2B, las exportaciones para reutilizar materiales o la pérdida de materiales reciclables, además de una evidente falta de concienciación, son algunas de razones que explican las causas de tanto residuo electrónico en nuestro país.
Es, por tanto, evidente, que a nivel corporativo aún queda mucho por hacer. Sin embargo, los usuarios también tienen una importante responsabilidad y cumplir con las cuatro ‘R’, como propone Ecolec, podría ayudar en gran medida a dar paso hacia adelante y mejorar.
Solo el 36% de los usuarios conserva su dispositivo móvil durante más de dos años
En lo que a la primera ‘R’ se refiere, reducir, no solo es importante que las empresas contribuyan al respeto y la sostenibilidad medioambiental, sino que los usuarios traten de alargar la vida de los dispositivos. Según una encuesta de Ting Mobile, solo el 36% de las personas tiene su dispositivo móvil durante más de dos años. Llevarlos a puntos a su reciclaje es una opción a tener muy en cuenta.
La segunda ‘R’, de reutilizar, hace referencia a la posibilidad que tienen los usuarios de dar un uso diferente a muchos de los artículos electrónicos que poseen en lugar de dejarlos sin utilizar, por ejemplo, convirtiéndolos en dispositivos para Internet de las Cosas o en otras alternativas como un televisor, que puede utilizarse como monitor para un ordenador.
Reparar es la tercera de esas ‘R’ ya que, contribuye al medioambiente puesto que, cada vez más, los usuarios prefieren comprar un dispositivo nuevo en lugar de reparar el que tienen, generando más basura electrónica. Existen guías y expertos que enseñan a reparar aparatos o hacerlo ellos mismos.
Y la cuarta de las ‘R’ es la que hace referencia al reciclaje. Existen numerosas iniciativas para promover el reciclaje de toda esa basura electrónica de forma eficiente y con especial atención al tratamiento específico que requiere cada residuo, teniendo en cuenta los componentes y la necesidad de que se reciclen evitando que sea perjudicial para el medioambiente y la salud de las personas.
Sin duda, tener todas estas acciones en mente, y con cada aportación individual, por pequeña que sea, contribuirá a reducir la basura electrónica y, por ende, a minimizar su impacto en el medio ambiente y nuestra salud.
Imagen inicial | Vilmar Simion