Estamos cansados de oír que la digitalización de las pymes es el único camino para garantizar la supervivencia en un futuro cercano. Sin embargo, cuando salimos a la vida real nos damos cuenta de que ese cambio digital está muy lejos de ser un estándar, sobre todo, en el entorno pyme donde se mueve la gran mayoría de las compañías de España. Pero ¿Por qué? ¿Qué hace que las pequeñas y medianas empresas no terminen de apostar por la tecnología? Hay varias razones.
Aunque muchas pymes son conscientes de la importancia de la digitalización de sus negocios para crecer y afianzarse dentro del mercado, la realidad que se les pone delante es justo otra. Tan solo el 3% reconoce tener competencias digitales, según un estudio de Nuvix Consulting, lo que lleva a que el 24% renuncia a digitalizarse porque no tiene el conocimiento adecuado para poner ningún proyecto en marcha, tal y como releva otro informe de Vodafone.
No en vano muchas empresas van apostando más decididamente por la formación tecnológico para conseguir salvar esta barrera. Sin embargo, todavía queda mucho trabajo por delante.
No solo es una cuestión de habilidades. Las pymes también se topan con un problema de fondos; el 22% de estas empresas alude precisamente al coste elevado para no iniciar procesos de transformación digital. Pero aún teniendo los fondos como los que llegarán de Europa, el 34% rechazan acceder a ellos porque conlleva un proceso complicado para el que consideran que no tienen conocimientos suficientes.
Por todo ello, España, año tras año, sigue bajando en la clasificación de países europeos con mayor nivel de digitalización en sus empresas. El bajo nivel de digitalización en el ámbito privado contrasta si tenemos en cuenta que España ocupa los primeros puestos a nivel europeo en conectividad red o digitalización de su administración pública. Una paradoja en la que seguir trabajando para acercar posiciones.
En la transformación digital hay muchos campos que abordar. Desde la ciberseguridad hasta la gestión empresarial pasando por la administración documental, el servicio de atención al cliente o la presencia digital. Aunque cada empresa requerirá un foco diferente con una propuesta a medida, todas tienen que mirar, como mínimo, a estos puntos para comenzar a trabajar en una verdadera transformación digital.
La digitalización supone un cambio de procesos, tecnologías e incluso, cultura empresarial que lleva a la organización a estar preparada para todos los retos que están por llegar. Una transformación que no es sencilla y requiere de manos expertas.
La alianza con un proveedor TI es clave para el éxito de la digitalización
La gran mayoría de las pymes, sobre todo aquellas más pequeñas, no cuentan con personal cualificado en tecnologías y mucho menos, con una estrategia que les permita abordar el proceso de digitalización que requieren. Es por ello que el partner TI se convierte en un aliado indiscutible para estas empresas que necesitan el apoyo constante de una figura especializada que les permita comenzar, y más importante aún, terminar el proceso de digitalización.
Si bien la formación es una cuestión clave a la hora de digitalizarse, contar con un compañero tecnológico que ayude en este proceso lo es aún más. El papel del partner TI no solo como formador sino también como asesor y, en definitiva, acompañante en el viaje de la transformación digital de las pymes, supone un factor clave para el éxito.
Muchas organizaciones han entendido el valor del proveedor TI y la externalización de procesos de adopción tecnológico es cada día mayor. De hecho, la figura del proveedor de servicios gestionados ha aumentado su demanda en los últimos años, convirtiéndose en un bien preciado no solo para las empresas sino para los fabricantes que buscan en este actor un compañero clave de negocios.