La escasez mundial de seminconductores es un problema que afecta a toda la industria. De hecho, cada vez más compañías notan sus efectos, incluso aquellas que parecen intocable. De hecho, a Apple le está afectando esta situación a la producción de algunos productos clave de la compañía, como son el MacBook o el iPad.
En el caso del MacBook, este problema en la cadena de suministro ha afectado a una etapa clave del proceso de fabricación, concretamente, en el momento en que los distintos componente se montan en la placa base antes del montaje final del portátil. En el caso del iPad, el cuello de botella se encuentra en la escasez de componentes disponibles para el montaje de las pantallas.
A día de hoy estos problemas no están impactando directamente sobre el stock de productos de la compañía y tanto iPads como Macs siguen llegando a los usuarios con normalidad. Esta por ver sin embargo, durante cuánto tiempo podrá mantenerse en esta posición de calma tensa.
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