El 76% de los CIOs europeos no está preparado para la implementación de la automatización en sus organizaciones.
Según se desprende de un reciente informe de Forrester, los CIOs europeos van por detrás de sus homólogos en otras regiones en lo que a la implementación de la automatización se refiere. De hecho, el 76% de los más de 10.700 CIOs encuestados, reconoce no estar preparado para la implementación de la automatización en sus organizaciones.
En este sentido, solo el 20% de los CIOs europeos considera que está capacitado para articular tecnologías de automatización para mejorar sus procesos comerciales, si bien también reconocen que deben afrontar una mayor supervisión gubernamental sobre el progreso de la automatización, debido a su impacto en el empleo.
A pesar de las limitaciones, las industrias de servicios públicos, fabricación y finanzas están liderando los esfuerzos de automatización en Europa, y los mercados laborales como Alemania ya tienen un alto grado de automatización, aunque es probable que experimenten una tasa de crecimiento más rápida.
Mientras tanto, el sur y el este de Europa tardarán más en adoptar la automatización debido a su impacto en los procesos de producción, la experiencia de los empleados y clientes y el empleo.
El futuro de la automatización en Europa
A estas estimaciones, Forrester suma algunas limitaciones en el progreso, ya que las empresas reconsideran los planes de automatización para aprovechar los paquetes de estímulo del gobierno y los esquemas de protección del empleo. No obstante, a medio y largo plazo, más CIOs europeos buscarán desarrollar la resistencia de la continuidad del negocio frente a eventos similares a una pandemia.
La automatización avanzará basándose en la conectividad 5G, vehículos automatizados y robots
A partir de aquí, se prevé que los CIOs de toda Europa avancen en la implementación de procesos de fabricación totalmente automatizados basados en tecnologías como la conectividad 5G, vehículos automatizados y robots.
Ante estos desafíos, la consultora apunta una serie de recomendaciones para avanzar en sus iniciativas de automatización en Europa.
Definir el grado de automatización de cara al cliente
Los CIOs europeos deben establecer claramente qué procesos de salida, puntos de contacto con el cliente y ofertas de servicios quieren equipar con un rostro humano, frente a una interacción automatizada con el cliente a través de chatbots y otras tecnologías.
Definir y medir la automatización de ‘backend’
Es vital considerar qué procesos internos deben automatizarse, teniendo en cuenta la necesidad de garantizar la confianza de los empleados y centrarse en sus necesidades.
Deje tiempo antes de medir los beneficios
Las implementaciones de automatización toman alrededor de un año y medio en promedio, lo que significa que los gerentes responsables de una iniciativa de automatización deben tomarse el tiempo para completar una implementación antes de reasignar otro proyecto de automatización.
Probar las herramientas y tecnologías de automatización
La implementación debe implicar la prueba de los sistemas automatizados antes de ponerlos en producción, para evitar incidentes causados por una Inteligencia Artificial sesgada y un diseño deficiente.
El juicio humano sigue siendo un factor clave para los proyectos de automatización
La experiencia humana en los diseños de procesos
Dado que los procesos suelen estar interconectados, el juicio humano sigue siendo un factor clave para los proyectos de automatización, en el caso de que una falla encontrada en un proceso afecte al resto del sistema.
Capacitar a la fuerza laboral
Con la automatización y la inteligencia artificial que continúan impulsando la demanda de habilidades tecnológicas adecuadas, los CIOs deben asegurarse de que la fuerza laboral pueda obtener lo mejor de la tecnología, así como fomentar habilidades blandas como el pensamiento crítico y la empatía, que son igual de vital.
Implementar un código de ética
En un contexto europeo, se cree que un enfoque ético de la automatización puede convertirse en una ventaja competitiva, ya que la tecnología interrumpe más áreas del negocio, incluido el análisis del comportamiento del cliente, la garantía de calidad y el cumplimiento normativo.
Imagen inicial | David Levêque