A estas alturas nadie pone en duda que el comercio electrónico ha sido uno de los aliados de la pandemia que todavía vivimos. El repunte en las ventas online en España es innegable, sobre todo, en el sector tecnológico y fechas puntuales como la pasada campaña navideña. Y es que, según datos de GFK, ya el 32,6% de las ventas en nuestro país provienen de Internet. Un dato que propulsó el crecimiento de todo el sector en 2020.
Los datos de la consultora que ofrecen desde AECOC avalan lo que ya sabíamos. El sector tecnológico aumentó el negocio un 6,4% en 2020 gracias a la venta online que en 2019 tenía un peso del 21,7% sobre el total de ventas del sector y que cerró el 2020 representando el 32,6% de la facturación. A este respecto, el responsable del área de Bienes de productos tecnológicos de AECOC, Alejandro Lozano comenta:
Antes de la pandemia proyectábamos que cerraríamos la década anterior con un peso del e-commerce un poco por encima del 20%, por lo que el COVID-19 ha acelerado una tendencia que ya estaba en auge y ha llevado las ventas por internet a niveles que no esperábamos hasta dentro de unos años».
Tanto es así que, según los datos de GFK, España ha estrechado la brecha que existía respecto al peso medio que el comercio electrónico para productos tecnológicos tiene en Europa, que se sitúa en el 39,1%.
De cara a 2021, el sector tecnológico ve con incertidumbre los efectos socioeconómicos que tendrá la pandemia sobre consumidores y empresas. “Será clave ver cómo queda la economía de los hogares una vez concluya el periodo de ERTEs aprobado por la administración y el efecto que tendrá la devolución de los avales ICO sobre la liquidez de las compañías”, considera Lozano.
Del mismo modo, la lenta recuperación del turismo, las incógnitas sobre cuál será la evolución de la pandemia y del proceso de vacunación, y las consecuentes restricciones que puedan derivarse son las principales fuentes de incertidumbre para el sector.
El sector espera que las ventas hasta mayo crezcan respecto a los datos de un primer periodo de 2020 que estuvo marcado por el confinamiento y el cierre de los establecimientos. En cambio, la expectativa para el segundo semestre es que habrá más dificultades para mantener los datos de negocio, tanto por los excepcionales datos registrados durante la segunda mitad del pasado año como por la previsible recuperación de la normalidad a medida que avance el proceso de vacunación contra el COVID-19 y el consecuente crecimiento del ocio fuera del hogar.
Así, desde la asociación se espera que este año haya tenga un comportamiento plano en su conjunto. Una previsión que no coincide con otras más halagüeñas como la Context que espera crecimientos récord en Europa.