Un 85% de las pymes no tiene previsto implementar el teletrabajo en sus organizaciones una vez pase la pandemia y se vuelta a una situación de normalidad en la que apostarán por el trabajo presencial.
Tras la apuesta masiva por el teletrabajo como modelo óptimo para evitar la interrupción del negocio en tiempos de pandemia, las empresas buscan poco a poco volver a la normalidad y estudiar nuevas política para equilibrar el teletrabajo con el trabajo presencial.
A pesar de las reticencias que tradicionalmente han tenido muchos negocios en su apuesta por el teletrabajo, aduciendo que los niveles de productividad se resentían frente al trabajo presencial, lo cierto es que se trata de un estereotipo desmentido durante esta pandemia.
Esto ha llevado a que, según un reciente estudio de Sage, un 15% de las organizaciones esté planeando incrementar el teletrabajo en sus negocios una vez pase la pandemia y se vuelva a una situación de normalidad. Sin embargo, el 85% de las pequeñas y medianas empresas españolas señala que no prevé implantarlo una vez pase la pandemia.
Para muchas de estas pymes, aún existen muchos inconvenientes asociados al modelo basado en el teletrabajo que hay que sortear. Como apunta Carles Ransanz, vicepresidente de pequeña y mediana empresa de Sage, cuando comenzó la pandemia, muchas empresas tuvieron que tomar decisiones con datos obsoletos, hojas de cálculo desorganizadas e informaciones incompletas.
Muchos de los nuevos trabajadores en remoto se vieron en medio del fuego cruzado sintiéndose perdidos y no siempre capaces de hacer su trabajo.
Ante esta situación, Sage apuesta por acompañar a las pymes en su proceso de digitalización para evitar que incurran de nuevo en este tipo de situación, así como en salvar otros obstáculos que puede conllevar el teletrabajo y aprovechar sus posibilidades.
Por ejemplo, evitar que los profesionales que trabajan en remoto se sientan aislados o desconectados de la empresa, lo que puede afectar a la productividad y a la retención del talento. Por eso, antes de apostar de lleno por el teletrabajo, es importante sopesar si este modelo es compatible con las necesidades de la empresa y el potencial impacto que puede tener.
En este sentido, es fundamental contar con el respaldo de una infraestructura de datos integrada y de calidad, así como de políticas que pongan a las personas en el centro. Contar con un plan digital aplicando la digitalización a todos los ámbitos socioeconómicos también será clave.
Las organizaciones aún deben resolver cómo utilizar de forma eficiente los datos en remoto
Junto a esto, y como se ha podido ver durante los principales meses de confinamiento, el papel de la nube ha sido crucial. Los responsables de negocio, al igual que los empleados, necesitan acceso eficiente a toda la información y en tiempo real. Utilizar herramientas en la nube que permitan integrar los datos de la empresa asegura luna mejor toma de decisiones
Otra de las incógnitas que las organizaciones aún deben resolver es cómo utilizar de forma eficiente todos esos datos en remoto. En un momento en el que la continuidad y agilidad de los negocios es fundamental, la experiencia de los empleados es un tema que no hay que dejar de lado, por lo que es necesario proporcionar experiencias laborales excepcionales, aunando innovación y satisfacción del cliente con las personas en el centro de la organización. Solo de esta forma la apuesta por el teletrabajo puede resultar beneficiosa para la pyme.
Imagen inicial | Simon Hattinga Verschure