El Edge Computing es un término de moda y realmente se trata de una tendencia disruptiva en el mercado. Todos los sectores reconocen las limitaciones de sustentar a los usuarios y las tecnologías emergentes a través de infraestructuras informáticas centralizadas, de manera que el almacenamiento y los recursos informáticos se están acercando a los usuarios y dispositivos, es decir, al extremo de la red o Edge.
La gran fuerza detrás de esta tendencia es la explosión en la cantidad de datos generados. Para 2021, diversos estudios afirman que la cantidad de dispositivos conectados a redes IP triplicará la población mundial, llegando hasta los 23.000 millones.
Estamos en la transición de la economía del siglo XX a la del siglo XXI, en la que el dato es el nuevo petróleo y los centros de datos y las redes de comunicaciones son las nuevas fábricas. Una parte considerable de esos datos serán generados por dispositivos de IoT (internet de las cosas) y serán transmitidos mediante redes inalámbricas o móviles, no por conexiones de internet cableadas, por lo que el 5G será el gran facilitador de esta tendencia imparable.
Existen innumerables ejemplos de aplicaciones en los que la necesidad de acercar la computación y el almacenamiento cerca de los dispositivos y usuarios es evidente. De lo contrario, los problemas de latencia ocasionados por las largas distancias hasta un núcleo central de procesamiento podrían provocar diferentes tipos de perjuicios. Por nombrar algunos ejemplos:
- Contenido de vídeo en alta definición a través de plataformas online, donde cualquier retardo puede provocar un mal servicio al usuario con las consiguientes pérdidas.
- Ciudades/edificios inteligentes e industria 4.0, en los que la ingente cantidad de datos producidos requiere un primer nivel de procesamiento para evitar saturar la red de comunicaciones con el envío masivo de todos los datos a ubicaciones centralizadas.
- Comercio online, donde retrasos en las operaciones de compra tienen impactos económicos directos.
- Mercado bursátil, donde milisegundos de retraso en las actualizaciones de precio de las cotizaciones pueden ocasionar pérdidas millonarias.
- Realidad aumentada en comercios u ocio en general, donde se requieren respuestas instantáneas para una adecuada experiencia de usuario.
- Coches autónomos, que necesitan tomar decisiones vitales instantáneamente y no pueden esperar a intercambiar datos con infraestructuras distantes físicamente.
Para todas estas aplicaciones y otras muchas es imprescindible una computación en el Edge continua y fiable, basada en la infraestructura TI subyacente, que debe ser alimentada, protegida, refrigerada y gestionada como cualquier otro equipamiento de misión crítica. Vertiv, de la mano de sus partners de canal, es el fabricante de referencia para afrontar esta enorme oportunidad de negocio.