Worten procede al cierre de tiendas físicas como consecuencia del Estado de alarma, y presenta un ERTE que afecta a casi todo su personal.
Desde el pasado 20 de marzo, Worten mantiene cerradas sus tiendas físicas y opera única y exclusivamente a través de web para atender a sus clientes. Esto, unido a las dificultades económicas por las que la compañía atraviesa desde hace ya algún tiempo, han llevado al retailer a presentar un ERTE que afectará a prácticamente la totalidad de su personal, esto es, 621 trabajadores de 36 centros.
Según han informado fuentes Worten, la idea de la compañía es mantener en activo al menos una mínima parte de su plantilla para poder seguir realizando el mantenimiento imprescindible.
Con esta medida, la firma confía en minimizar el impacto económico que causará el cierre temporal de sus establecimientos como consecuencia del Estado de alarma que establece que sólo pueden permanecer abiertos los comercios que vendan servicios o bienes de primera necesidad.
Otra de las medidas con las que cuenta Worten para apoyar el descenso que a buen seguro experimentarán sus ventas como consecuencia de la situación actual provocada por la pandemia del COVID-19 y, por tanto, del cierre de sus establecimientos, es apostar por su canal online.
Según informa el retailer, los usuarios podrán seguir haciendo pedidos y acceder a los servicios que precisen a través de su página web. Además, también mantienen activo el Servicio de Ayuda por Control
Remoto para solucionar incidencias tecnológicas, así como su servicio posventa, disponible a través del correo electrónico cliente@worten.es, y la línea de soporte telefónico llamando al 911 455 555.