Pese a las primeras expectativas algo más positivas, finalmente parece que la gran incertidumbre ante el coronavirus acabara repercutiendo en mayor medida al mercado de ordenadores.
Y es que según los últimos datos publicados por IDC, en su estudio sobre los dispositivos de computación personal, «Worldwide Quarterly Personal Computing Device Tracker«, los envíos de PC habrían acumulado un crecimiento negativo de hasta el 7,1% para el total de unidades en este último periodo hasta febrero, cerrando así el peor «Q» de 2019.
Ampliando el detalle, nos encontramos que la mayor caída se centra en los dispositivos de formato tableta, que habrían descendido en hasta un 12,4%; mientras que el groso de ordenadores personales habría acumulado una bajada del 9,0%.
Sin embargo, estos datos no han sido sólo propiciados por la este virus pandémico, sino que también han estado influenciados en gran medida por otros sucesos remarcables como la transición obligatoria de Windows 7 a Windows 10 tras el fin del soporte y actualización del primero.
Además, ambos sucesos tienen un factor común centrado en la temporalidad, por lo que, tal y como podemos ver en el mismo informe, se espera frenen en gran medida su caída para el próximo 2021.
Y es que aunque se espera que las cifras generales ofrezcan unos datos positivos frente a la estimación actual de 2020, con unos datos en general bastante bajos que apenas alcanzan el 1,3%; todavía podremos encontrar un crecimiento negativo en comparación con los últimos datos de 2019.
Así pues, mirando todavía a más largo plazo, el pronóstico para dentro de cinco años sí que se define como positivo, anticipando que los envíos de PC crecerán por encima los 377 millones en 2024, con una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 0.2%.