A pesar de la preocupación por las consecuencias que podía conllevar el brote de coronavirus antes la paralización de numerosas fábricas en China, la demanda de los consumidores mantiene el optimismo de los proveedores de memorias.
Las perspectivas en el mercado de memorias son optimistas. Así al menos lo ha manifestado Simon Chen, presidente de Adata Technology, una de las principales empresas taiwanesas de memorias, ante las consecuencias que puede acarrear los paros en la demanda y fabricación de memorias.
El precio de las memorias flash NAND ha crecido desde el cuarto trimestre cerca del 40%
Para el responsable, una vez haya pasado el brote de coronavirus, el mercado de memorias seguirá creciendo, y las perspectivas para los precios de DRAM y NAND flash seguirán al alza, aunque algo más tarde. Los precios de las memorias flash de NAND han aumentado desde el cuarto trimestre de 2019 hasta ahora alrededor de un 30-40%.
Por el momento, los precios de las DRAM y NAND flash no han cambiado mucho, pero es probable que caigan después de que el mercado comience a cotizar en los próximos días.
Las previsiones de Chen pasan porque la demanda de memorias reanude su crecimiento en mayo o junio si el brote de virus se contiene de forma efectiva.
Y es que los pronósticos apuntan que las ventas de las tiendas físicas se vean afectadas por el brote durante el primer trimestre de este año. No obstante, los más optimistas confían en que estas pérdidas se cubran con el crecimiento de las ventas online.
Por el momento, lo que está claro es que, teniendo en cuenta que el virus ha llevado a las autoridades chinas a extender las vacaciones del Año Nuevo Lunar hasta mediados de febrero como una medida más para contener su propagación, las empresas de módulos de memoria que esperaban grandes pedidos tras estas vacaciones tendrán que esperar algo más.
No obstante, otras firmas de memorias se muestran más cautelosas sobre el impacto y apuntan la incertidumbre del mercado, ante lo que aconsejan adoptar estrategias conservadoras de producción e inversión.
Imagen inicial | Harrison Broadbent