La consolidación de la nube esté llevando a que cada vez más haya que tener una mejor planificación a la hora de migrar las aplicaciones.
Desde que las migraciones a la nube comenzaron con el correo electrónico, este servicio se ha convertido en uno de los más populares en todo el mundo. Pero, más allá del correo electrónico, cada vez más organizaciones adoptan soluciones basadas en la nube. Según los datos que maneja Forrester, aproximadamente el 20% de las aplicaciones empresariales se ejecutan en la nube.
El 80% restante deja un amplio margen para que las empresas puedan actualizar sus sistemas aprovechando las posibilidades de la nube, y que el canal pueda aprovechar nuevas oportunidades para el crecimiento de su negocio.
Cada vez más empresas buscarán un único proveedor para reducir la complejidad
Esto está llevando a que cada vez se vean más cargas de trabajo de misión crítica en la nube al tiempo que otra de las tendencias que predominan es que, frente a las múltiples soluciones de diferentes proveedores cloud, las organizaciones buscan contar con un único proveedor principal para evitar la complejidad de los entornos.
El camino hacia las opciones 100% basadas en la nube aún es muy largo y aún incertidumbre ya que muchas organizaciones siguen apostando por dejar las cargas de trabajo más sensibles en sus propias instalaciones.
No obstante, la mayoría apuesta por llevar a la nube aplicaciones como las destinadas a la recuperación ante desastres así como los entornos de prueba para los desarrolladores.
Los expertos esperan que, en los próximos tres años, asistamos a un notable crecimiento en la cantidad de cargas de trabajo que se mueven a la nube pública, aunque también aumentarán las cargas de trabajo locales.
Esto llevará a que la tendencia a apostar por la nube híbrida persista durante muchos años ya que muchas organizaciones verán que es mejor no llevarlo todo al entorno cloud y gran parte del trabajo alrededor de Inteligencia Artificial y aprendizaje automático generará muchas más cargas de trabajo que será mejor repartir.
Imagen inicial | Barth Bailey