La tecnología se ha vuelto un imprescindible en las empresas. Ya sea para ampliar negocio o para mejorar procesos, prácticamente cualquier organización utiliza en su día a día herramientas, aplicaciones o dispositivos para los cuales tiene que destinar una partida económica.
Contar con unos presupuestos TI centralizados en un departamento de tecnología o dotar a cada una de las divisiones de su propio montante a gestionar son dos vías diferencias de gestión presupuestaria. En algunas ocasiones van combinadas y en otras se ajustan a uno u otro de los criterios. Pero ¿cuál la mejor solución?
Según un informe, de Snow Software el 67% de los responsables de tecnología confirma que, al menos, la mitad de los presupuestos TI son controlados por cada unidad de negocio independiente ya que el 78% considera que es bueno para su negocio. Una visión con sus pros y contras frente a la centralización. Los vemos.
Derivar los presupuestos TI a unidades especializadas o centrarlos en unas pocas manos es una decisión complicada de tomar si no se tiene en cuenta algunos parámetros. Tipología de empresa, número de trabajadores o conocimiento de los mismos de la tecnologías son algunos de los más críticos.
En el caso de optar por la centralización de los presupuestos TI tendremos la ventaja de que un profesional o departamento especializado podrá trazar la estrategia tecnológica para toda la compañía. De este modo, se unifican criterios, herramientas y procesos lo que hace más sencillo compartir información y colaboración entre diferentes silos.
En cambio, con esta alternativa nos alejamos un poco de las necesidades concretas de cada unidad tomando decisiones que quizás no nos las que más facilitan la vida a ciertos trabajadores.
Cualquiera de las dos elecciones, buena o mala dependiendo cómo y quién la tome
En el caso de la descentralización de presupuestos TI es planteada cómo una forma de gestionar el gasto lo más cerca posible de las necesidades de los empleados. El 45% de los encuestados por el informe de Snow Software considera que esta formula aporta innovación y agilidad a la compañía.
Sin embargo, también se puede observar cómo una manera de dar el dinero a aquellos trabajadores menos especializados en tecnología lo que limita que puedan elegir la mejor opción. De hecho, el 62% de los profesionales preguntados les preocupa los problemas de integración legal, de seguridad o software que puede acarrear esta manera de repartir la inversión tecnológica.
Además, esta descentralización puede hacer que los trabajadores pierdan un tiempo en la toma de decisiones TI que podrían invertir en otras tareas donde son más expertos y pueden aportar más valor.
En cualquier caso, cualquiera de las dos elecciones puede ser buena o mala dependiendo cómo y quién la tome. No será lo mismo ejecutar una estrategia de presupuestos TI en una gran corporación por parte de un equipo especializado que en una micropyme por parte de un gerente sin conocimiento tecnológicos. Las necesidades serán muy diferentes y por tanto, las partidas también.
¿Cuál es la forma de administración en tu compañía?
Imagen | Christian Dubovan