Ante la cercanía del fin de soporte para Windows 7, los analistas perciben que esta situación está ayudando a incrementar las ventas de dispositivos de computación personal.
De acuerdo con los datos que maneja la consultora IDC, a finales de este 2019, las ventas de dispositivos de informática personal alcanzarán los 407,7 millones de dispositivos. Se trata de un impulso destacable en esta recta de final de año, un 0,5% más que en pasado año, que los expertos atribuyen a la necesidad de renovar equipos ante el fin del soporte para Windows 7, previsto para el próximo 14 de enero de 2020.
Así lo apunta el director de investigación en IDC, Jitesh Ubrani, para quien Windows 7 es, sin duda, el gran revulsivo de este mercado.
El próximo fin del soporte para Windows 7 ha sido una bendición para la industria ya que las organizaciones de todo el mundo han estado buscando actualizaciones de hardware en 2019.
Sin embargo, las previsiones de cara al próximo año no se mantienen tan halagüeñas y apuntan a un descenso de las ventas. Algo a lo que también contribuirá la escasez de chips, con lo que, en 2020, las ventas pondrían descender en un 7% en nuevos envíos.
Y es que, a pesar de este crecimiento que se está viendo en las ventas de estos dispositivos durante estos últimos meses del año, los analistas de IDC se muestran menos optimistas de cara a 2020. Tanto es así que, para 2023 la consultora prevé que las ventas de dispositivos de informática personal se sitúen en 366,7 millones de unidades, con una tasa de crecimiento anual compuesto del 2,6%.
A pesar de estas previsiones de cara al próximo año, desde IDC ven una nota positiva en el crecimiento de dispositivos como los 2 en 1 y portátiles ligeros.
En este sentido, la consultora apunta una progresiva migración de los consumidores hacia bandas de precios cada vez más altas, lo que hará que el ciclo de vida, que lleva a incrementar el período de vida útil de los dispositivos, sea un factor clave que los proveedores deberán tener muy en cuenta para este tipo de dispositivos.
Si bien las ventas de equipos de sobremesa y portátiles tradicionales continuarán disminuyendo, IDC también anticipa que una parte cada vez mayor de estos dispositivos se destinará a satisfacer la demanda emergente de aquellos para otros fines como juegos para PC.