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La alianza Microsoft-Salesforce, un grano más en la estrategia de Azure

La semana pasada Microsoft y Salesforce anunciaron una alianza que volvió a sorprender a la industria. Ambas corporaciones estrechaban lazos introduciendo a Azure dentro del ecosistema de Salesforce Marketing Cloud. Un nuevo paso para ensalzar la nube híbrida de los de Redmond donde referencias de calado como Salesforce añadían más base potencial.

El acuerdo principal supone la entrada en el selecto club de Salesforce donde se gestionan el 95% de las corporaciones del Fortune 500. Además, Microsoft integrará su plataforma Teams dentro del Sales Cloud y Service Cloud de la compañía de San Francisco. Este paso busca seguir comiendo terreno a Slack, sobre todo, en la parte alta empresarial donde Salesforce tiene su mayor base de clientes.

Estas dos uniones buscan «entregar de forma conjunta un CRM con Azure y Teams desarrollando así una increíble experiencia de cliente», aseguran Marc Benioff y Keith Block, co-CEOs de Salesforce.

Parte de una estrategia completa

Hace mucho tiempo que Microsoft ha demostrado que puede «casarse» con cualquiera a cambio de seguir potenciando su negocio en la nube. La nueva era que emprendió el reinado de Satya Nadella ha ido justamente en esta línea de colaboración cada vez más común en el mercado TI.

El abrazo a tecnologías, plataformas y compañías antes prácticamente enemigas es una constante en Microsoft. Desde el mensaje de amor a Linux hasta la entrega al cloud de Oracle, ServiceNow, SAP o Adobe o las alianzas cada día más fuertes con todos los fabricantes de infraestructura como NetApp, Fujitsu o HPE.

Y es que esta alianza con Salesforce no es más que un grano dentro de la estrategia global para impulsar Microsoft Azure. Convertido en una de las tres referencias más importantes del nicho, la compañía busca respaldarse de las mejores comunidades para reforzar su oferta y llegada a los clientes. Una aproximación donde los de Redmond hace mucho que entendieron que necesitan ser heterogéneos y rodearse de otras grandes figuras para estar en la cúspide.

La estrategia parece que funciona. Microsoft ha pasado de ser la empresa del software de código cerrado por excelencia a una compañía donde casi todo el mundo tiene cabida. La parte de Azure sigue creciendo, aunque a un ritmo menor en los últimos tiempos por la desaceleración del propio mercado, lo que le da el aprobado en este planteamiento.