La campaña del Black Friday se ha convertido, más allá de un único día de ofertas, en una semana de gran movimiento para los ecommerce y las tiendas físicas. El enorme ajetreo requiere tener en cuenta una serie de recomendaciones para que los retailers no sufran pérdidas.De acuerdo con los datos de ShopperTrak, los diez días de mayores compras de 2018, entre los que se incluye el Black Friday, representaron casi el 45% del tráfico total de la temporada. Sin embargo, el dato negativo apunta que los retailers perdieron casi 100.000 millones de dólares a nivel mundial el pasado año, un porcentaje muy alto durante esos días clave.
Así se desprende del Índice de pérdida desconocida Global Sensormatic 2018 en el que se pone de manifiesto que el robo y el fraude con la mayor fuente de pérdidas de los retailers a nivel mundial. Esto pone de manifiesto la necesidad de contar con una estrategia elimine, o minimice, estas pérdidas.
Desde Johnson Controls Building Technologies & Solutions apuntan cuatro recomendaciones para evitar incurrir en pérdidas en momentos de picos de trabajo como el próximo Black Friday.
La evolución del comercio en los retailers ha llevado a que éstos tengan la máxima disponibilidad de productos para que el cliente elija cuándo, dónde y cómo comprar. Sin embargo, eso plantea un importante desafío para estos retailers que puede conllevarles importantes pérdidas. Contar con soluciones para el control de inventario en tiempo real que permitan conocer el stock en tienda y almacén contribuirá a mejorar esta visibilidad y mayor eficiencia.
Contar con tecnologías que liberen al personal para atender al cliente, clave para mejorar sus experiencias
Un cliente satisfecho es un cliente leal. Mejorar la experiencia de cliente es, por tanto, uno de los principales objetivos de los negocios hoy en día y, para conseguirlo, tener suficiente personal disponible para atender de manera personalizada es fundamental. Para que estos empleados puedan disponer de tiempo para prestar esta atención, contar con etiquetas para protección electrónica de artículos (EAS) resulta de gran utilidad al no tener que estar pendiente del posible hurto de productos.
Si bien en los últimos años el comercio online ha ido ganando peso, los retailers deben otorgar la misma importancia a las ventas procedentes de estas plataformas que a las de las tiendas físicas. La disponibilidad de tecnologías como RFID para el control de inventario puede ser un eje vertebrador entre ambos espacios y eliminar las ineficiencias que se producen, por ejemplo, con la devolución en tiendas de productos comprados online.
El robo externo y la delincuencia organizada contra los minoristas representan el 34% del total de las pérdidas de las tiendas. Los retailers deben afrontar el reto de proteger sus artículos sin que ello implique dejar de ofrecer una experiencia de compra óptima para los consumidores. Implementar tecnologías antihurto innovadoras contribuirá a cumplir con ambos objetivos.