La tecnología en la nube parece una tendencia generalizada en las organizaciones y proveedores. Sin embargo, cuando ahondamos un poco más en la penetración, descubrimos que es mucho menos común de lo que pensamos. Los índices aumentan si hablamos de infraestructura donde los clientes todavía tienen muchas reticencias al cambio.
Hay muchos obstáculos que impiden que las empresas pasen de una infraestructura on-premises a una cloud. La inversión no amortizada de la anterior infraestructura, la percepción de una falta de seguridad o el desconocimiento de lo que puede aportar la nueva estructura son algunos de los más comunes.
Como proveedores cloud debemos no solo estar preparados para ofrecer una propuesta IaaS que permita el cambio de forma eficiente, ágil y segura, sino también aportar toda la información para que las empresas se sientan seguros y confiados para realizar la transformación. Y es ahí donde en cualquier proyecto debemos dejar claras las siguientes cuestiones:
Mover datos a una nueva infraestructura requiere de unos plazos, seguridad y metodología que garantice el éxito de la operación. Justo todo lo que tenemos que planificar y mostrar a las organizaciones antes de ponernos en marcha.
Ofrecer un plan personalizado de migración cloud es el primer paso para aportar la confianza necesaria al cliente. Como proveedor es necesario detallar todos los pasos a seguir así como establecer un calendario con los tiempos de todo el proceso.
En un proceso de migración cloud pueden surgir imprevistos de todo tipo: desde la pérdida parcial de información hasta errores derivados de la ausencia de interoperabilidad de las plataformas o aplicaciones.
Aunque es muy complicado predecir estos problemas, si es sencillo avisar al cliente de lo que puede ocurrir por el camino, según nuestra experiencia, prevenir las posibles consecuencias y mitigar los efectos. Estar preparados en todas las situaciones y contar con un plan B previamente comunicado al cliente nos ayudará a ofrecer seguridad y profesionalidad.
No debemos tampoco olvidar que el soporte durante la migración es clave para los clientes. Atender las peticiones durante el proceso nos ayudará a crear un vínculo de confianza aún mayor y ser ese asesor fiable al que recurrir.
La información es uno de los recursos más valiosos de las empresas. El llamado «petróleo»de las organizaciones no puede perderse, dañarse u olvidarse en un proceso de migración cloud. Es por ello que este cambio debe estar respaldado por una buena estrategia de protección que acredite que todo lo que en su día estuvo, estará y cumplirá con todos los estándares de seguridad.
Ofrecer toda esta información a las compañías, aunque no nos la hayan pedido, demostrará una vez más nuestra experiencia y criterio.
No nos podemos olvidar del después. Los proyectos de migración cloud casi nunca acaban cuando se han trasladado todos los datos a la nube sino más bien son el principio de una relación donde las empresas necesitan formación a los empleados, servicios de mantenimiento u otras herramientas adicionales.
El soporte que podamos ofrecer al cliente en toda esta etapa posterior debe ser comunicado a las compañías para que puedan tener la garantía de que nada acaba con la migración cloud propiamente dicha.