El concepto de transformación digital comienza a estar manido entre los mensajes de fabricantes y canal TI. Sin embargo, sigue siendo un reto para las organizaciones que necesita remodelar sus procesos, productos y, en definitiva, empresas. Un cambio que seguirá siendo una argumento de venta en los próximos años.
Según las previsiones de IDC, de cara a 2023 se invertirán 2,3 billones (millones de millones) de dólares en proyectos relacionados con la transformación digital. Esto supondrá el 53% de todo el gasto en tecnologías de la información y comunicación. Un hito dentro de la industria TI que demuestra la importancia de esta oleada de evolución.
Concretamente se espera que en los próximos 4 años el volumen de transformación digital alcance los 7,4 billones (millones de millones) de dólares. Todo ello gracias a la maduración de sectores como la banca, seguros, seguridad y servicios que incrementarán sus inversiones un 19% interanual. En el caso de la distribución y servicios la subida prevista es del 18% mientra que el sector público se quedará en un 17%.
El 20% del negocio de transformación digital se generará en Europa Occidental
El 20% de los gastos de transformación digital estarán centralizados en Europa Occidental con especial incidencia en verticales como la industria, retail y servicios profesionales. Nuestra región se sitúa solo por detrás de Estados Unidos (34,3%) en cuanto a volumen de ingresos y por delante de otras como China o Japón.
La transformación digital es un concepto tan amplio que es difícil plasmarlo en proyectos reales. Quizás es uno de los principales problemas de los partners que quieren apoyar a las empresas que saben que tienen que innovar por la presión del mercado pero no siempre saben ni cómo ni por dónde empezar.
No hay vez que se hable de desafíos en torno a la transformación digital que no mencione la necesidad formativa del canal TI. Los proveedores tecnológicos necesitan estar al día no solo en soluciones sino también en modelos de uso y en propuestas integrales que permitan dar una cobertura global. Retos básicos para prepararse.
Muchos socios tecnológicos además se encuentran en la tesitura de tener que ser los primeros en lanzarse. Un riesgo que no todos los partners – ni empresas- están dispuestos a asumir y que frena muchas propuestas que de otra manera podrían ser triunfantes.
En cualquier caso, las tareas de cara a instaurar la transformación digital son siempre las mismas para los partners: encontrar el camino adecuado por el que guiar a las organizaciones, dotarle de las soluciones adaptadas a sus requerimientos y cubrirlo con los servicios de valor añadido que le hagan funcionar a largo plazo.
Imagen | Kyle Glenn