El gigante del chip está trabajando a ritmo acelerado para lanzar una nueva generación de tarjetas gráficas equipadas con sus nuevas GPUs Intel Gen 12 a mediados de 2020. Varias fuentes de la industria han confirmado que esa es la fecha que la compañía tiene como objetivo, aunque cabe la posibilidad de que se produzcan retrasos menores.
La arquitectura Intel Gen 12 permite crear GPUs dedicadas de alto rendimiento en proceso de 10 nm, y se trata de una apuesta importante no solo porque supone el regreso de un grande al mercado de tarjetas gráficas, sino porque además representa más competencia para un sector que lleva muchos años dominado por NVIDIA y AMD,
Puede que algunos no lo recuerden, pero esta no es la primera vez que Intel se aventura en el sector gráfico. En 1998 la compañía de Santa Clara lanzó al mercado la serie de tarjetas gráficas Intel i740, compatibles con el puerto AGP y con Direct3D 5, pero fue un fracaso rotundo y marcó el principio del fin de la compañía en un mercado que durante aquella época fue dominado íntegramente por 3DFX y su serie Voodoo.
Desde entonces Intel se ha mantenido en el sector gráfico con GPUs integradas que se han utilizado tanto en portátiles como en equipos de sobremesa. Actualmente estas vienen integradas en la CPU, y gracias a las mejoras que ha conseguido el gigante del chip a nivel de arquitectura y de proceso de fabricación ofrecen un rendimiento más que aceptable, de hecho hay modelos dentro de la serie Intel Iris que pueden mover juegos actuales.
Con el regreso al mercado de tarjetas gráficas dedicadas Intel no se limitará a apuntar al sector gaming, sino que lanzará soluciones con distintos niveles de rendimiento que posicionarán en diferentes rangos de precio y cubrirán también el sector profesional en sentido amplio, incluyendo desde centros de datos hasta inteligencia artificial y aprendizaje automático.
Habrá que ver cómo reaccionan NVIDIA y AMD cuando se produzca la entrada de Intel en el mercado de GPUs dedicadas, pero todo parece indicar que habrá una importante guerra de precios y que estos tres gigantes tendrán que librar una guerra encarnizada a todos los niveles, incluido, obviamente, el canal.