El gigante del chip ha anunciado el final del ciclo de vida de los procesadores Intel Kaby Lake, una arquitectura que ha sido utilizada en la serie Core de séptima generación (7000) y también en los Pentium serie G4000 y Celeron G3900.
Con este movimiento la compañía de Santa Clara reduce las generaciones de procesadores que mantiene actualmente en el mercado de consumo general. Es un movimiento acertado, ya que los procesadores Intel Kaby Lake habían sido ampliamente superados tanto en rendimiento como en valor calidad-precio por los Intel Coffee Lake (Core 8000) y por sus sucesores, los Intel Coffee Lake Refresh (Core 9000).
La lista de procesadores que entran en este final de ciclo de vida es muy amplia y en ella podemos encontrar modelos que fueron, en su momento, muy populares, como por ejemplo el Core i7 7700K, el chip más potente de Intel para el mercado de consumo general en aquella generación, y una solución que todavía hoy es capaz de ofrecer un rendimiento muy bueno.
Aunque es un final definitivo Intel ha confirmado que seguirá aceptando pedidos hasta abril de 2020, pero con un requisito muy concreto, que el cliente que encargue nuevos chips haya comprado previamente los mismos modelos que ha encargado en su nuevo pedido. Por ejemplo, si un cliente compró hace un año varias unidades de los Core i7 7700K puede hacer un nuevo pedido de dicho procesador hasta la fecha señalada. Las últimas unidades se enviarán en octubre de 2020.
Con este movimiento la compañía de Santa Clara da una última oportunidad a sus clientes de reponer unidades y puede llevar a cabo además una pequeña limpieza de stock. Los procesadores Core 8000, basados en la arquitectura Coffee Lake, deberían mantenerse todavía entre uno y dos años en el mercado, así que no esperamos un fin de ciclo de vida de aquellos, al menos a corto plazo.