La guerra comercial que afrontan Estados Unidos y China está perjudicando a muchos gigantes tecnológicos, una realidad que confirma la fuerte dependencia que tienen este tipo de compañías de la cadena de producción y de suministros del gigante asiático, aunque, para Acer, hay un lado positivo en todo esto.
Según la compañía taiwanesa esa guerra comercial ha dado una nueva oportunidad a los fabricantes de ordenadores y portátiles para que reconsideren y mejoren de forma clara su gestión de activos, la cadena de producción y de suministro y todo lo relacionado con sus operaciones clave. Ha sido Tiffany Huang, co-directora de operaciones de Acer, la que ha expresado esta opinión, y lo cierto es que tiene parte de razón.
La excesiva dependencia de China como proveedora y productora puede acabar poniendo contra las cuerdas a cualquier gigante tecnológico si se producen conflictos de este tipo. Huang destacó que tener fuentes de producción en múltiples ubicaciones es algo necesario para la supervivencia de cualquier empresa, ya que una subida de aranceles del 25% es prácticamente imposible de soportar.
Sobre cómo crear un nuevo modelo de producción fuera de China, Huang dijo que no hay una respuesta definitiva y que cada empresa tiene que buscar el modelo que mejor se adapte a sus necesidades. Acer también se encuentra en la fase de un ajuste dinámico a su estrategia, lo que significa que sigue buscando el camino correcto para completar esa diversificación productiva que le ayude a reducir su dependencia de China.
Por otro lado la compañía taiwanesa también ha asignado trabajadores para monitorear la cuenta de Twitter del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, todo con el objetivo de responder rápidamente a cualquier cambio en la política de los Estados Unidos. De momento Acer asegura que está teniendo una coordinación estable con sus socios de la cadena de suministro, pero la proporción de su traslado de producción aún se decidirá en función del resultado de las tensiones comerciales.
Una subida de aranceles de este nivel puede sacudir por completo una buena parte del canal y traducirse en una importante subida de precios, así que es perfectamente comprensible que Acer y otros gigantes estén jugando contrarreloj para intentar paliar sus efectos, en todo o en parte.