A menudo hablamos de la figura del proveedor de servicios, en su acrónimo en inglés MSP, y cómo su aproximación cada día es más requerida. Sin embargo, pocas veces nos paramos a desglosar lo que realmente entraña ser un partner que se encargue de la gestión TI de los negocios de terceros y cómo podemos sacar todo el jugo a este posicionamiento.
Los proveedores de servicios con una pieza codicia por fabricantes y clientes. Son una pieza clave para que el resto de componentes de la ‘orquesta toquen su obra maestra’ y las compañías comiencen, consoliden o maduren su proceso de transformación digital.
No solo vale con decir que, como MSP, somos diferentes. Contar con una aproximación diferente es un primer paso pero debemos ofrecer más condimentos para que la receta sea la que necesitan los clientes.
El primer punto a potenciar como proveedor de servicios TI es el de desarrollo de productos, soluciones o servicios ad hoc para nuestros clientes. Podemos apoyarnos en la base de fabricantes o terceros especializados pero siempre debemos dejar un reducto para dar nuestro propia esencia al proyecto. Solo así lo haremos único.
Para conseguirlo será necesario no solo estar al día en lo que a tecnología se refiere sino mirar al futuro y hacia dónde va el mercado. Con esa evaluación tendremos que dotarnos del mejor talento humano para explorar las alternativas y adelantarnos a lo que está por llegar.
Sin embargo, innovación no es sinónimo de años y años de investigación sin resultados. Como MSP debemos acometer iniciativas a nuestra medida que nos permitan ir incorporando avances a nuestro portfolio a medida que el mercado esté maduro para recibirlas.
La importancia de este punto es vital en cualquier negocio. Adaptar la oferta a los condicionantes del cliente es básico para ofrecer un servicio de calidad. Ahí la tecnología es una gran aliada sobre la que apoyarnos.
Y es que la personalización es una demanda de los clientes y el mercado que necesita más figuras que se adapten a las nuevas necesidades y basen su propuesta en los servicios, más allá de un hardware o software común.
La capacidad de amoldarse a las nuevas coyunturas no solo debe ser parte del proceso innovador de un MSP sino también de toda su estructura. Un proveedor de servicios debe ser, ante todo, ágil para tomar decisiones, para captar oportunidades, para moverse en nuevos sectores o para encontrar clientes potenciales o tecnologías incipientes.
Esta agilidad no puede estar reñida con el buen hacer. De nada sirve que seamos los más veloces si nuestros resultados son los peores. Debemos saber equilibrar los dos parámetros y ser conscientes de lo que podemos ofrecer en cada momento. Solo así evitaremos caer en hoyos poco rentables o toparnos con problemas por no cumplir nuestros compromisos.
No nos podemos olvidar que un proveedor de servicios debemos, finalmente, ser un compañero de viaje; un asesor de tecnología que, como un bastón, estemos ahí para que las empresas se apoyen en nosotros. Es por ello que cultivar la cercanía es un valor más que nos potenciará como referencia.
Imagen | Shirly Niv Marton