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La factura electrónica, aliada del comercio en España

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En los últimos años el uso de la factura electrónica por parte del comercio español ha crecido tanto que ha conseguido posicionarse en las primeras posiciones tras sectores como los servicios o la industria. Un modelo de factura que está ayudando a ganar en agilidad y control a cualquier tipo de empresa.

Los datos, extraídos del estudio de SERES, confirman que las as empresas del sector del comercio emisoras de las facturas electrónicas representaron el 30,70% del total y las receptoras el 27,34%. Aunque están lejos del 55,92% de las compañías de servicios que emiten y el 58,45% que reciben, ya es un valor de peso que va en incremento.

En este sentido, Alberto Redondo, director de Marketing y Comunicación de SERES comenta:

Sin duda es un sector con mucho volumen de facturación y tener un control exhaustivo y ágil de las mismas es esencial. Por ello el sector comercio ha encontrado un gran aliado en la factura electrónica».

En términos generales, el número de facturas electrónicas procesadas en 2018 en España ascendió a 181.884.086 documentos, un 14,92% más que en 2017. Del total, 147.953.331 documentos corresponden a transacciones entre empresas (B2B), 22.292.891 a operaciones entre empresas y las administraciones públicas (B2G) y 11.637.864 a ventas de empresas a particulares (B2C).

Las empresas españolas se ahorraron en 2018 algo más de 900 millones de euros en la gestión de las facturas recibidas y 511 millones de euros en la gestión de las facturas emitidas. También se ahorraron 662.145 horas en la tramitación de las facturas recibidas y 106.963 horas en las emitidas, además de reducir de manera significativa el impacto medioambiental.

De cara a 2019 será un año muy importante para la universalización de la factura electrónica en la UE. El nuevo estándar europeo de factura electrónica es obligatorio en las relaciones B2G desde el 18 de abril de 2019, para todos los Estados Miembros. Las primeras iniciativas nacionales, que apuntan a una obligatoriedad general del uso de la e-factura, serán el espaldarazo definitivo a la desmaterialización de la factura y al impulso del intercambio electrónico de otros documentos.

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