Todo lo bueno se acaba, incluidas las vacaciones de verano. Un periodo de descanso y desconexión que a todos nos viene de maravilla para coger fuerzas de cara a la última parte del año, aquella más potente en el nicho tecnológico donde nos movemos.
Pero es el momento de volver, de reactivarnos y regresar a la rutina laboral. Un momento que sabemos que está llegando para algunos y no muy lejos para otros. Es por ello que os planteamos algunas recomendaciones de cara a «la vuelta al cole» tecnológica. ¿Añadirías alguna más?
Organización para comenzar
15 días sin leer el correo electrónico puede suponer una auténtica locura inicial. De ahí que tomarnos un rato para saber qué ha pasado, ordenar los emails importantes o ver dónde nos quedamos es una buena primera tareas. Organización para retomar el ritmo que nos hará seleccionar aquellas labores que son prioritarias y las que todavía pueden esperar.
Comunicación
Anunciar que hemos llegado al equipo, si trabajamos en remoto o en una oficina muy grande, o a nuestros clientes, en el caso de tener un contacto directo con ellos, es otra buena acción de llegada. Avisar que estamos activos nos dará pie a que aquellos que nos necesitan vean que ya estamos listos de nuevo y que podamos promover nuevos proyectos.
Revisión de agenda
Echar un vistazo a la agenda que tenemos por delante también es un buen paso. Planificar qué eventos tecnológicos se harán en los próximos meses, qué proyectos tenemos entre manos o dónde estarán nuestros potenciales clientes nos ayudará a pensar estrategias a seguir y apuntalar fechas en el calendario.
Refresco de contactos
Al igual que nosotros volvemos, lo hacen el resto de contactos. Y como les haya sentado tan bien las vacaciones como a nosotros seguramente se habrán olvidado de esa última llamada pendiente o el email en el que augurábamos hablar en septiembre. Volver a aquella llamada o email nos ayudará a retomar el contacto con la excusa perfecta. Quien sabe si detrás de ese refresco no habrá una venta.
Nuevas iniciativas
El verano también es tiempo de reflexión y cambio de aires que nos puede ayudar a traer ideas frescas. Quizás en el chiringuito de la playa no hablamos de Inteligencia Artificial o IoT, pero si coincidimos con un conocido que nos aportó una aproximación diferente a esta compañía que intentamos vender o una visión más realista del nicho en el que nos movemos.
Con todo ese bagaje estival es el momento de pensar en nuevas ideas. Aprovechar que venimos frescos para impulsar iniciativas que nos ayuden a encaminarnos a lo que tradicionalmente es para la tecnología la mejor época del año.