En todas las empresas tecnológicas exitosas hay cajones donde se guardan los fracasos. Microsoft no es una excepción. Es la compañía que ha tenido el valor y el acierto de adquirir grandísimas empresas como Skype o LinkedIn, pero también es la que en un momento determinado pensó que era una buena idea comprar Nokia. Es como no podía ser de otra forma, la suma de sus éxitos y sus fracasos.
Hoy hablamos de cinco fracasos bastante recientes que no tienen tanto que ver con la calidad intrínseca de los productos que se presentaron, sino en los que han jugado una suma de factores que incluyen el timing de entrada en el mercado, visión empresarial o estrategia.
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