La demanda de DRAM, utilizada en la fabricación de memoria RAM, ha bajado de forma sustancial durante los últimos trimestres, algo que unido a la acumulación de stock que tenían los grandes jugadores del sector ha acabado afectando de forma importante al precio de los contratos, una situación que, según las últimas informaciones, podría cambiar gracias al 5G.
No hay duda de que el 5G es una tecnología que está llamada a marcar una importante revolución en el sector tecnológico, ya que puede integrarse en una gran variedad de equipos y de dispositivos y ofrece unas velocidades de conexión muy elevadas, aunque de momento el coste que implica y la baja disponibilidad de redes compatibles con dicho estándar están limitando su despliegue a nivel internacional.
El lento despliegue de la conectividad 5G se deja notar en todos los frentes, pero no oculta el potencial que esta tecnología representa. Según Micron los smartphones de gama alta equipados con 5G han dado un salto importante a nivel de especificaciones, y esto incluye la memoria RAM. Por ejemplo, el Galaxy Note 10+ con 5G viene con 12 GB de memoria RAM, mientras que el Galaxy S10e cuenta con 6 GB de RAM.
La tendencia del sector es clara, gracias a la llegada de esta nueva tecnología de conectividad inalámbrica veremos smartphones y tablets con una mayor cantidad de memoria RAM, lo que se traduce en un aumento de la demanda de DRAM y debería, en teoría, producir un aumento sostenido del precio medio de los contratos, siempre que la oferta no supere en exceso a la demanda.
A esto debemos unir el auge del sector IoT, que también acabará afectando a la demanda de memoria DRAM. Si se cumplen las previsiones más optimistas de los grandes del sector el precio de la memoria RAM debería subir de forma considerable a partir de 2020.
No podemos terminar sin hacer otro apunte importante, y es que la demanda de memoria NAND Flash también podría crecer en gran medida gracias a la incorporación del 5G. La capacidad de almacenamiento media de los smartphones ha subido de forma clara durante los últimos años, y según varias previsiones la capacidad máxima de almacenamiento acabará pasando de los 512 GB a 1 TB también en 2020.
Si se cumplen todas estas previsiones podemos esperar una subida del precio de la memoria RAM y de todo lo que utilice memoria NAND Flash, como unidades SSD, tarjetas microSD y unidades de almacenamiento USB.