El 14 de enero de 2020 acabará el soporte oficial de Windows 7. Microsoft lleva mucho tiempo avisando de la llegada de esta fecha pero todavía el 35,44% de los ordenadores del mundo cuentan con este sistema. En seis meses, estos equipos dejarán de tener actualizaciones lo que llevará a problemas de seguridad y rendimiento.
No es la primera vez que eliminando el soporte oficial Microsoft fuerza una migración hacia sistemas operativos más actuales. El mismo procedimiento fue llevado a cabo para acabar con Windows XP que todavía cuenta con su representación, aunque cada día menos significativa.
Windows 7 es uno de los sistemas operativos más exitosos de Microsoft. Sin embargo, hablamos de un software que cuenta con 10 años de vida. Todo un histórico para la tecnología en el que cada vez es más complicado mantener a raya las amenazas más comunes.
El objetivo es claro: que todos los equipos vayan a lo último de la casa. A Windows 10 le ha costado más de tres años superar en cuota a Windows 7 a pesar de todas las estrategias empleadas por Microsoft, desde una migración gratuita y que todavía se mantiene oficiosamente a la retirada de las licencias OEMs para que todos los equipos nuevos preinstalaran Windows 10.