Una buena estrategia de datos es vital para que las organizaciones puedan sacar el máximo provecho de la información interna y externa. Una afirmación innegable que todavía es una utopía en gran parte de las empresas. Y es que contar con una estructura adecuada para recoger, almacenar y analizar los datos es fundamental para los responsables de datos.
En pleno auge de los datos, los científicos o responsables de datos se han convertido en una figura cada día más reclamada. Unos empleados que, según un estudio de IDC para Alteryx, dedican el 90% de su tiempo a buscar, preparar y analizar información. El 15% del tiempo se destina para la búsqueda, el 33% para la preparación y el resto para el análisis. Una examinación que se realiza con una media de 4 a 7 herramientas diferentes.
Los datos recogidos por estos responsables provienen fundamentalmente de fuentes como las hojas de cálculo, base de datos cloud, bases de datos de escritorio, base de datos analíticas o aplicaciones SaaS. De estos documentos se procesa información de encuestas, demografía o transacciones. Los objetivos principales son analizar tendencias, tomar decisiones y establecer estadísticas.
La creciente marabunta de datos generados por un entorno corporativo digital es un reto en sí mismo para los responsables de datos y las compañías, en general. Un desafío que pasa por mejorar los procesos y agilizar ciertos trámites para poder enfocarse en tareas más rentables. En este sentido, los responsables de datos consultados se quejan del tiempo gasto en la preparación de datos, la lenta respuesta a sus peticiones o la ausencia de colaboración.
La línea de actuación en torno a los datos, de hecho, va en esta línea. Se pronostica que de cara al año que viene el 50% de la inversión TI esté relacionada con los datos. Unos presupuestos que se destinarán a automatizar procesos y dotar de inteligencia los datos además de poner sobre la mesa todos los datos que se manejan en una organización evitando las «lagunas negras» de información.
Sin embargo, la introducción de soluciones para la mejora de todos estos procesos no será efectiva sin una estrategia de datos integral. Un plan que es la base más importante sobre la que tienen que trabajar los responsables de datos y que debe ser uno de los ejes centrales para el futuro del negocio. Y es ahí donde tendrá especial incidencia este directivo.
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