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Datos, muchos datos pero ¿para qué?

El ansia de recolectar información es una tónica general en las empresas. Todas quieren conocer más datos sobre sus clientes, descubrir cuáles son sus gustos o entender qué les motiva a elegir un producto u otro. Pero ¿para qué? Es justo esa pregunta la más importante y precisamente a lo que menos atención se le está prestando en las organizaciones.

Un estudio de Clicktale confirma esta realidad. El 40% de los responsables de marketing no saben qué hacer con los datos recolectados. Una situación que afecta directamente a la toma de decisiones y como consecuencia, a perder muchos de los beneficios que pueden aportar una información bien analizada y contextualizada para ejecutar acciones.

El mantra de que los datos son el nuevo petróleo de los negocios es una verdad innegable. Grandes como Facebook o Google se dieron cuenta hace mucho tiempo. A ellos le han seguido muchas compañías dentro y fuera de la tecnología con una línea común inicial: recoger datos. No en vano el crecimiento en el almacenamiento de datos hasta 2035 habla de una información digital que alcance los 2.142 zettabytes.

Sin embargo, de tener datos a trazar una estrategia para tomar decisiones en una empresa va un mundo. Y ese es el foco en el que queremos centralizar este artículo.

Más allá de la recogida de datos

Aunque es evidente que el primer paso de una estrategia de datos tiene que pasar por la recogida de los mismos, este plan debe ir mucho más allá. Las empresas deben aprender a analizar, estructurar, guardar y securizar todo lo recibido de la forma más eficiente para que las consultas se traduzcan en buenas estrategias comerciales.

Estas fases que, se pueden escribir en una frase, requieren de un proceso estratégico a largo plazo. Nadie puede pretender construir una planificación de datos de un día para otro ya que un buen planteamiento consta de muchos pasos a dar y evaluar.

El 52% de los datos en una empresa permanecen ocultos

Uno de los primeros procesos se basa conocer la situación de la empresa a nivel de datos. Según estudio de Veritas, el 52% de los datos de una compañía son oscuros, es decir, ni la organización sabe que los tiene por lo tanto ni se puede aprovechar de ellos ni los puede proteger. Es por ello que estudiar cuáles son las fuentes de información visibles e invisibles y cuáles son las estructuras que se siguen nos dará una idea del estadio de la estrategia.

A partir de ahí, tenemos dos fuentes fundamentales de datos a tener en cuenta: por un lado, las internas que nos darán información sobre la situación empresarial, la productividad de los trabajadores o de los procesos, o la efectividad de la estrategias; por otro, las externas que puede provenir de los clientes, proveedores o el mercado en general.

Con todo ello es necesario seleccionar qué información es la importante y cómo debemos tratarla. Aquí tendremos que tener en cuenta no solo las necesidades de la empresa sino también la regulación en materia de gobierno de datos que nos afectan como, en el caso español, la RPGD.

Una vez visto estos puntos será el momento de mirar al futuro y establecer la nueva estrategia que guíe los pasos de recolección, análisis y guardado que necesitan las organizaciones para hacer frente a todos los retos. Aquí nos necesariamente nos tendremos que apoyar en herramientas de Inteligencia de Negocio y Analítica Avanzada.

Tarea lenta y minuciosa

Como partners debemos cerciorarnos de que, tal y como comentábamos antes, las organizaciones entienden que construir una estrategia de gestión y análisis de los datos no es una tarea a corto plazo. Abordar todos los pasos que requiere un planteamiento global de análitica y gobierno del dato supone tiempo, esfuerzo e inversión.

Sin embargo, la buena noticia es que en el mercado existen muchas herramientas que ayudan en esta tarea y resuelven los problemas más comunes. Soluciones cada día más avanzadas donde los procesos son mucho más ágiles y funcionales.

Aún así, el trabajo y especialización de un partner es imprescindible. Sin ese trabajo tomar las decisiones erróneas puede llevarnos a un proyecto fracasado. ¿Eres ese socio de negocio perfecto?

Imagen | Campaign Creators