Hace menos de dos años que Xiaomi desembarcó oficialmente en España. Sin embargo, muchas pequeñas tiendas españoles como Quonty o Technospain ya importaban sus smartphones anteriormente sembrando el caldo de cultivo idóneo para el crecimiento experimentado por la compañía en muy poco tiempo. Pero ¿qué ha pasado una vez que Xiaomi se ha instalado en nuestro país?
En términos generales, Xiaomi no destaca por ser un fabricante extremadamente accesible. Tanto en sus presentaciones como en su relación con la prensa delimita bien las distancias como parte de su filosofía asiática de negocio. Y en su canal de distribución parece que sigue el mismo patrón con una estrategia donde el secretismo y el trabajo endogámico es marca de la casa. Carlos Perera, Socio y CEO de la tienda Technospain nos lo confirma: «Hemos intentado en varias ocasiones hablar con Xiaomi pero no hemos obtenido nunca respuesta». En nuestro caso, desde MuyCanal, también hemos intentado obtener alguna declaración para este artículo no hemos conseguido ninguna respuesta oficial.
Technospain es una pequeña tienda on-line con punto físico en Cartagena (Murcia) que lleva desde 2013 vendiendo los smartphones de Xiaomi en España: «cuando se comenzaban a demandar este tipo de terminales chinos, comenzamos a importarlos». Unas ventas, que ajenas a la marca, fueron creciendo e hicieron que la firma eligiera España como la puerta de entrada al mercado europeo.
Su modelo de distribución
En los inicios del desembarco nacional de Xiaomi, el fabricante cerró un acuerdo con Ingram Micro (mayorista internacional pero comprado por un conglomerado chino en 2016) para llegar, sobre todo, a grandes canales de retail en España como Amazon, Alcampo, Carrefour, PCcomponentes o Media Markt, entre otros. Este se convertía en la referencia oficial de distribución.
En estos dos años, el fabricante ha añadido algunas nuevas figuras en la familia de la distribución. Globomatik o MCR son otros de los mayoristas que tienen acuerdos con Xiaomi para desplegar su portfolio de movilidad cada día más amplio.
Sin embargo, donde más esfuerzos ha puesto Xiaomi ha sido en el despliegue de sus tiendas Mi Store autorizadas. Al estilo de las tiendas de Apple, Xiaomi comenzó a abrir sus propios establecimientos de venta desde el primer día que llegó a España. Estos establecimientos han crecido como la espuma en los últimos tiempos hasta abrir en un tiempo récord de menos de dos años más de 40 por todo el territorio.
Las Mi Store se basan en un sistema de franquiciado muy protegido en el que se reservan la exclusividad de ser el único punto de atención al cliente oficial. Entre los distribuidores propietarios de estas tiendas nos encontramos con ZOPO, otra de las cientos de marcas de móviles chinos existentes, u compañías como RW Mobile Distributions, propiedad de Yuan Wang que a su vez es CEO del fabricante de móviles Weimei.
La guerra contra los más pequeños
Y hasta aquí todo puede parecer normal. Xiaomi cuenta con su red clásica de mayoristas para servir al canal de consumo además de sus propios establecimientos desde aportar valor. Sin embargo, lo problemático llega cuando aquellas tiendas, que comenzaron a traer Xiaomi a España, buscan continuar haciendo negocio con sus terminales.
Tal y como explican desde Technospain en un artículo de opinión, además de la ausencia de comunicación y soporte, Xiaomi está obstaculizando la venta de sus terminales creando confusión entre los compradores y ofreciendo productos a unos precios desorbitados:
Los precios a través de mayoristas como Ingram Micro para una tienda como la nuestra, que no puede comprar cientos de unidades, son elevados, incluso más que en la tienda Mi.com. En el resto de mayoristas, Xiaomi considera que no son un producto oficial 100% y no presta garantías. Aunque tanto las tiendas como los propios mayoristas soportamos esta garantía legal, si un consumidor va a una Mi Store le dirán que no es un «producto legal» y que no tiene garantía».
Además, Xiaomi prohíbe a estas tiendas definirse como vendedores de smartphones oficiales de Xiaomi o cualquier concepto similar que les catalogue y ayude a posicionarse como un punto de venta del fabricante.
Pero la persecución llega aún más lejos: «desde hace tres meses Google Adwords nos bloquea cuando intentamos poner un anuncio con términos como Xiaomi, Xia0mi, Xi@omi… porque previamente Xiaomi lo ha denunciado», nos explica en Socio y CEO de Technospain adjuntando esta correo:
Esta situación de bloqueo hace que se den situaciones aún más paradójicas que nos explica la tienda murciana: «como Xiaomi obliga a los grandes autorizados a comprar grandes cantidades de stock, cuando se les atasca algún pedido de material que no consiguen vender, esos teléfonos acaban en la calle y demos gracias… porque si no los pequeños no podríamos comprar a buen precio y con garantía en España». Con todo ello se crea un segundo mercado donde Xiaomi pierde el control pero que, por lo menos, da algo de aire a estos pequeños puntos de venta.
Todos estos bloqueos y contratiempos tienen un objetivo evidente: posicionar tanto a las tiendas Mi Store como Mi.com como las únicas fuentes de venta, apoyadas en las grandes referencias de electrónica de consumo. Ni más ni menos. Una estrategia bastante cerrada y seguramente poco acertada en un mercado como el español con alrededor de 15.000 distribuidores. Una pena perderse todo ese negocio que gotita a gotita puede ser un océano.