La compañía que dirige Elon Musk ha mantenido una estrategia complicada para poder reducir de forma considerable el precio de sus productos. Tesla ha llevado a cabo numerosas reducciones de plantilla, un movimiento que según el ejecutivo obedecía a la necesidad de adaptar a la compañía a los cambios que se iban produciendo casi en tiempo real.
Sin embargo, los despidos no ha sido la única medida polémica. Tesla también confirmó recientemente que iba a llevar a cabo una política de reducción de sus tiendas físicas que podría acabar dejando a la compañía como una empresa centrada casi totalmente en las ventas online.
Elon Musk sigue reduciendo tiendas físicas y plantilla, todo con el objetivo de reducir costes para poder bajar el precio de su producto estrella, el Tesla Model 3 económico, es decir, el modelo de 35.000 dólares. Este coche es fundamental para el futuro de la compañía, así que no es extraño que el CEO de la compañía esté haciendo todo lo posible por mantener su precio lo más bajo posible, incluso aunque ello implique cierres de tiendas y despidos.
Centralizar todas las ventas, o la mayor parte de ellas, a través de la tienda online que Tesla tiene en numerosos países le permite acabar con todos los costes asociados a una tienda física, incluyendo desde el alquiler del local hasta los gastos derivados del uso del mismo y, como no, los salarios de los trabajadores.
Es una forma de reducir costes que puede llegar a ser muy eficaz, pero presenta un problema claro: la pérdida del valor que ofrece la tienda física tanto a nivel de imagen corporativa como para los clientes que disfrutan yendo a ver y a probar el coche que se quieren comprar. La empresa es consciente de esta realidad, y por ello no van a llevar a cabo un cierre total de sus tiendas físicas.
A la hora de decidir qué tiendas cerrarán Elon Musk envió un comunicado muy claro a sus trabajadores, en el que decía, básicamente, que las tiendas que fuesen capaces de cubrir al menos los gastos que representan seguirían abiertas, y que aquellas que no llegaran a ese mínimo serían cerradas. Obviamente las tiendas físicas que son rentables para Tesla y que generan beneficios no serán cerradas.
En resumen, Tesla no va a pasar a ser una empresa centrada por completo en la venta online, pero está reduciendo de forma notable su apuesta por la tienda física para bajar costes.