Los procesadores Skylake fueron lanzados en agosto de 2015 como sucesores de Broadwell. Ambas generaciones estaban fabricadas en proceso de 14 nm, pero la primera marcó un «tock» y la segunda un «tick», lo que significa que Broadwelll fue la primera en utilizar dicho proceso, y que Skylake trajo mejoras a nivel de IPC.
Han pasado más de tres años y medio desde que se produjo la llegada de Skylake, pero Intel ha mantenido en el mercado la mayor parte de los procesadores que dan forma al portafolio de dicha generación. El motivo es simple, se trata de una línea de procesadores que todavía hoy es capaz de ofrecer un alto nivel de rendimiento, de hecho su arquitectura base se utiliza con pequeñas adaptaciones en los Core 7000 HEDT y Core 9000 HEDT (Skylake-X).
Esta generación ha sido muy longeva, pero todo tiene un final. El gigante del chip ha confirmado que un total de 22 procesadores Skylake han entrado en su fase final de ciclo de vida, y que por tanto dejarán de aceptar nuevos pedidos y de reponer stock.
Así es como funciona el final del ciclo de vida de los procesadores afectados: Intel aceptará nuevos pedidos hasta el 27 de septiembre por parte de minoristas y OEMs, y realizará envíos (reposiciones de stock) hasta el 6 de marzo de 2020. Esto quiere decir que los pedidos realizados después del 27 de septiembre serán rechazados.
Es importante tener en cuenta que aunque el final del ciclo de vida de los procesadores Skylake es una realidad esto no quiere decir que vayan a desaparecer inmediatamente del mercado, de hecho habrá reposiciones de stock hasta marzo del año que viene, así que es probable que no empiece a notarse esta etapa hasta mediados del próximo año.
Los procesadores Skylake fueron sucedidos por la serie Kaby Lake, que a su vez ha sido superada por Coffee Lake y Coffee Lake Refresh. Intel ha confirmado, además, que está trabajando en Sunny Cove, sucesora de Coffee Lake Refresh, una nueva arquitectura que marcará el salto al proceso de fabricación de 10 nm.