Lo que comenzó como un sueño de la familia de la Clergerie, se ha convertido en una compañía que mueve 500 millones de euros en Francia. Un éxito, que busca repetir en España, el primer país fuera de Francia donde desembarcan con presencia física. Aunque LDLC llegó en octubre de 2018, es ahora cuando conocemos en primera persona su tienda física, estrategia y valor diferencial.
Los responsables de España, con Caroline Louat, hermana del fundador Laurent del Grupo LDLC, a la cabeza, han atendido a la prensa en la presentación de la tienda en el Paseo de la Castellana de Madrid. Una ubicación en plena columna vertebral de la capital y a escasos metros del Estadio Santiago Bernabeú que cuenta con unos 1.100 metros cuadrados «de despliegue entorno a la tecnología de consumo y profesional».
A esta tienda se suma la de Barcelona en la Diagonal que ocupa unos 700 metros cuadrados. Con estos dos despliegues y una tienda on-line con unas 30.000 referencias, el Grupo francés llega a España ávidos de negocio pero siendo conscientes de que tienen mucho que aprender. «Sabemos que los ingresos no llegarán en un día ni en dos pero confiamos en que nuestro valor cale y los resultados lleguen a medio o largo plazo», apuntaba Marc Rodríguez Chuet, country manager en España.
En los detalles está la diferenciación
Aunque en la nueva tienda de LDLC en Madrid hay una gran variedad de opciones, destacan los productos de movilidad, informática y gaming de firmas como ASUS, MSI, Lenovo o LG, entre otras.
El espacio busca ser no solo una tienda al uso sino también un lugar donde los clientes se puedan sentir cómodos y puedan aprovechar los servicios. Para ello, la marca ofrece una zona de descanso, WiFi y hasta, café para que los consumidores puedan esperar mientras se arregla su equipo o encuentran las novedades adecuadas.
Queremos que la tienda física se adapte y cambie en base a los clientes porque sabemos que las necesidades pueden cambiar cada día. En esa línea apostamos por un trato cercano y donde la personalización sea la clave. No todos los productos están diseñados para todos los públicos, y ahí es donde queremos marcar la diferencia», señalaba el máximo responsable de la división española.
Además, los portavoces destacaban su Taller de reparaciones visible al público donde «cualquiera puede observar cómo se están desmontando su ordenador». Un servicio que ha sido galardonado en Francia y que se corona como una de las insignias del Grupo.
Contando con esos detalles nos encontramos con ordenadores portátiles, donde en vez de ver un escritorio tipo, hay una pantalla personalizada con las especificaciones y precio del modelo (ver imagen a la izquierda). Así mismo se añade otros contenidos a modo de consejo o recomendaciones para guiar al cliente en su compra. Un detalle significativo que puede marcar la diferencia.
¿Lo hará? ¿Qué te parece la llegada de LDLC?
