En un mundo TI donde el apellido as a Service resuena cada vez con más fuerza, no es extraño que llevemos ya un tiempo hablando de la recuperación de datos gestionada. El Disaster Recovery as a Service (DRaaS) es la evolución natural del backup tradicional hacia la que fabricantes y proveedores están virando por ser una línea más de explotación comercial.
Tradicionalmente las empresas contaban -las que lo tenían- con una copia de seguridad de toda su información para que, ante una pérdida de información, rotura de un equipo o cualquier otro imprevisto, la organización recuperara los datos hasta el punto donde estaban almacenados.
Sin embargo, con el auge del cloud y sus posibilidades estas soluciones avanzaron ofreciendo más funcionalidades que van más allá de ser un simple repositorio; garantizan la disponibilidad del negocio. Y es ahí donde el DRaaS tiene todo su sentido.
Se espera crecimientos del 36% para DRaaS hasta 2022
Por empezar por el principio definamos qué es DRaaS. La recuperación de desastres como servicio viene a ser el conjunto de herramientas basadas en la replicación, mediante el alojamiento de los datos de una organización, en servidores físicos o virtuales. Con ello se acredita la disponibilidad del negocio y la posibilidad de seguir trabajando frente a un desastre natural o provocado por el ser humano.
Una aproximación diferente y mucho más completa de la recuperación de datos que viene a ser la tendencia actual. No en vano, se espera que este negocio crezca un 36% hasta 2022. En este contexto, las grandes referencias a nivel de fabricantes son Amazon, IBM o Microsoft.
A partir de ahí debemos tener claro que DRaaS se aleja bastante de una copia de seguridad sin más o un servidor donde tenemos los datos. Esta solución propone ir más allá donde el proveedor tecnológico debe ser el especialista que ayude a tejer un plan de contingencia eficaz a salvo de casi cualquier percance.
Antes de entrar de lleno a implantar una solución DRaaS, es necesario tener claro varios puntos para poder ofrecer la solución acorde al cliente. Estos definirán los objetivos de la compañía y el camino a seguir por parte del partner TI.
La primera pregunta a plantear es ¿qué datos son críticos para la organización?. Cuáles son esos servicios vitales para que el negocio continúe. En líneas generales estamos hablando de cuáles de la web corporativa, intranet, CRM o ERP, correo electrónico… Sin embargo, esto dependerá mucho de la tipología y necesidades de la empresa.
Una vez examinadas aquellas aplicaciones y servicios que se quieren asegurar su disponibilidad, es el momento de trazar el plan de contingencia definiendo niveles de críticos y pasos a seguir. Para algunas compañías será clave tener todos los datos en tiempo real de su CRM mientras que para otras será mucho más vital contar con una actualización de su correo. Planificar una serie de prioridades y exigencias será esencial para afinar en la solución que se ofrezca.
Como último paso, y no por ello menos importante, cuestionarse el presupuesto con el cliente nos ayudará a saber qué nivel de DRaaS se puede conseguir. En este sentido, el mercado cuenta con diferentes opciones; desde las más básicas a las más avanzadas. Una amalgama donde es necesario equilibrar precio y servicio, siempre siendo muy claro con el cliente final.