Aunque Amazon ha seguido experimentando un crecimiento en su negocio global durante el pasado 2018, triplicando sus beneficios, las ventas de su negocio offine registraron una caída del 3%.
De acuerdo con los resultados presentados por Amazon correspondientes a su ejercicio fiscal 2018, la compañía ha conseguido triplicar sus beneficios, ingresando 232.887 millones de dólares, un 31% más, y con un beneficio neto de 10.073 millones de dólares.
En este notable crecimiento, el negocio de computación en la nube, Amazon Web Services (AWS) ha jugado un papel estratégico, con incrementos que han alcanzado hasta el 49% algunos trimestres.
Las ventas en tiendas físicas de Amazon han caído un 3% respecto al año anterior
Sin embargo, estos buenos resultados no pueden extenderse al negocio de las tiendas físicas de Amazon. Durante el pasado año, las ventas en sus establecimientos físicos fueron de 4.400 millones de dólares, lo que significa un descenso del 3% en comparación con las cifras registradas el año anterior.
La mayoría de estos ingresos han procedido de los establecimientos de la cadena de supermercados Whole Foods, que Amazon compró en junio de 2017, y que aún está organizando y reajustando junto a sus propias tiendas, Amazon Go.
Para los accionistas, se trata de un resultado decepcionante ante las grandes expectativas puestas en la proliferación de tiendas físicas de Amazon. Algo que, sin embargo, está requiriendo más tiempo para su despegue, y que no está siendo tan rápido acostumbrados a los buenos resultados que la compañía sigue arrojando en su negocio online año tras año.
A esto se le suma que Amazon ha pronosticado para el primer trimestre de este año unas ventas globales por debajo de las estimaciones que inicialmente había lanzado Wall Street, un mazazo para los accionistas de la firma tras un último trimestre con resultados récord aprovechando el tirón de la campaña de Navidad.
En la última campaña navideña, Amazon vendió online un 20% más que el año anterior
Solo en los tres últimos meses del pasado año, Amazon registró unas ventas de 72.383 millones de dólares, un 20% más que el año anterior, y alcanzando unos beneficios de 3.027 millones de dólares, frente a los 1.856 millones de las Navidades anteriores. En estas ventas, Alexa, el asistente virtual de Amazon, fue el producto más vendido.
Ahora, Amazon tendrá que buscar una estrategia para llevar el éxito de su negocio online y de AWS al de sus tiendas físicas, algo que, por el momento, no ha conseguido.