Recién estrenado el 2019 comenzamos a valorar lo que pasó en 2018 y cómo influirá en este presente nuevo año. Y si hay una tecnología que estuvo en boca de todo el sector TI esa fue cloud. Aunque su resonancia lleva muchos años siendo una constante, los datos nos demuestran que todavía son una realidad limitada. Pero ¿de cuánto volumen estamos hablando?
Si nos atenemos a los datos de Synergy Research Group vemos que el negocio cloud este ecosistema obtuvo unos ingresos de 250.000 millones de dólares en 2018. El volumen se incrementó un 32% respecto a 2017 evidenciando el interés de las empresas por subirse a la nube.
En este entorno tuvo especial incidencia la subida en la infraestructura y plataforma (IaaS y PaaS) de un 50%, seguida por el incremento del software de gestión en espacios híbridos que fue de un 41%, la infraestructura de cloud pública y SaaS que aumentó un 30% y los servicios de infraestructura para alojamiento de cloud privado, que lo hicieron un 29%.
En estos nichos del negocio cloud destacan figuras por todos conocidas: Amazon, Microsoft y Google como los grandes hiperescaladores; IBM, Rackspace y NTT en el terreno del cloud privado alojado; Microsoft, Salesforce y Adobe para el SaaS; y RingCentral o Mitel en el caso de UcaaS. Combinando la infraestructura con el hardware y software sobresalen Dell EMC, Cisco, HPE y VMware.
En una era donde los servicios tecnológicos cada vez son más vitales, en el negocio cloud no podía ser diferente. Si ya en 2016 los ingresos de los servicios superaron por primera vez al volumen de facturación de hardware y software, la brecha ahora se hace más extensa confirmando nuevamente que este terreno es el Dorado.
En 2018 se ingresaron 150.000 millones de dólares derivados de los servicios cloud. Mientras, el hardware y el software obtuve los 100.000 millones de dólares restantes. Una cifra que, si bien no es baladí, muestra el cambio de foco en las inversiones.
Conviviendo con la infraestructura tradicional, que la mayoría de actores considera que continuará viviendo durante muchos años, la nube es una alternativa que pocas empresas no miran a la hora de inversión. Las compañías apuestan por entornos heterogéneos y cada vez encuentran más variedad de oferta y servicios gracias a la maduración del mercado.
Sin embargo, todavía hay camino por andar. Si bien el negocio cloud todavía es residual -en algunos casos no alcanza ni el 10% de los ingresos de grandes fabricantes-, lo cierto es que su crecimiento exponencial lo convierten en una oportunidad palpable. Lo explicaba John Dinsdale, director de investigación y analista en Synergy Research Group:
El cloud ha comenzado a dominar la inversión TI en algunas áreas, absorbiendo oportunidades de servicios y tecnologías tradicionales. La nube está ahora generando ingresos para los proveedores y fabricantes».
No en vano, pocos son los fabricantes que no potencian esta vía de ingresos. En el caso de los mayoristas, algunos desde hace tiempo y otros de forma más reciente se han involucrado en la tarea de subir a la nube al canal TI. No todos se mueven con la misma soltura y quedan muchas asignaturas pendientes, pero ninguno se quiere perder la posibilidad de convertirse en el nuevo asesor de los proveedores del presente y futuro.
Imagen | Alex Machado